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Fideicomiso.
Borda Guillermo, Manual de Contratos, 20ma. Edición, Abeledo Perrot, 2006.
Caffera Gerardo, El contrato de fideicomiso, Asociación de Escribanos del Uruguay, año 2003.
Negocios fiduciarios.
Negocios fiduciarios son aquellos actos jurídicos por los cuales se transmite la propiedad de un bien para el cumplimiento de una finalidad más restringida que la típica del acto en sí. El negocio fiduciario se asienta en la confianza ( fiducia) que una persona deposita en otra y consiste en que por un primer negocio se actúa un resultado de naturaleza real ( transferencia o constitución de dominio), pero que resulta excesivo para el fin perseguido y que, por lo tanto, se trata de reducir a límites queridos mediante acuerdos adicionales y cláusulas de naturaleza obligatoria, cuya ejecución se remite en gran parte a la confianza en quien se hace y constituye en dominus transitoriamente. Una de las variantes dentro de los negocios jurídicos fiduciarios es el fideicomiso. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 673).
El fideicomiso tuvo su origen en el derecho romano, pero se enriqueció y asumió distintas modalidades en el common law. Su nombre deriva de fiducia, que significa fe, confianza. En esencia, dice Borda, el contrato de fideicomiso es un convenio por el cual una persona transmite a otra la propiedad de ciertos bienes, obligándose el que los recibe a administrarlos bien y fielmente por cierto tiempo, al cabo del cual debe entregarlos a la persona indicada en el contrato, que puede ser el primer transmitiente o un tercero. ( Manual de Contratos, 20ma. Edición, Abeledo Perrot, 2006, pág. 825.)
Este contrato puede realizarse mediante negocio entre vivos, como a través de testamento. ( Caffera Gerardo, El contrato de fideicomiso, Asociación de Escribanos del Uruguay, año 2003, pág. 11).
La propiedad fiduciaria.
Esta propiedad va a formar un patrimonio separado del patrimonio de los sujetos del fideicomiso. La separación del patrimonio fideicomitido va a tener trascender consecuencias:
Los bienes quedan a salvo de la acción de los acreedores del fiduciario y del fiduciante, salvo en los casos de fraude. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 678).
Los acreedores del beneficiario sólo podrán ejercer sus derechos sobre los frutos de los bienes fideicomitidos y subrrogarse en sus derechos.
El fiduciario no responde con sus bienes por las obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, las que sólo serán satisfechas con los bienes fideicomitidos.
Si el patrimonio fideicomitido es insuficiente para atender las obligaciones derivadas del fideicomiso y no existe estipulación contractual sobre provisión de recursos por el fiduciante o el beneficiario, el fiduciario liquidará el fideicomiso, enajenando los bienes y entregando su producido a los acreedores conforme al orden de privilegios de una quiebra. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 678).
La propiedad fiduciaria que adquiere el fiduciario no es plena. Se debe ejercer según las instrucciones del fideicomitente y, cuando éstas sean violadas, si el tercero con quien se contrata conoce o podía conocer la restricción vulnerada, los actos del fiduciario no son oponibles al fideicomitente y al beneficiario y puede solicitar su revocación. ( art. 17). El ejercicio de la propiedad fiduciaria debe realizarse en beneficio de otro sujeto: el beneficiario. Se trata de un derecho temporalmente acotado, pues la propiedad fiduciaria debe estar sujeta a un plazo o condición ( art. 4 lit. c) y no es perpetua. El plazo de vigencia de la propiedad no puede exceder de 30 años. ( art. 33 literal b).
Tienen por objeto cualquier clase de bienes o derechos, muebles, inmuebles, derechos de crédito, marcas u otros activos intelectuales, acciones, participaciones en sociedades, establecimientos comerciales, etc. Puede constituirse sobre bienes futuros.
Partes.
El fiduciante o fideicomitente.
Es el propietario original de los bienes o derechos sobre los cuales se constituye la propiedad fiduciaria que se transfiere ( Caffera, ob. cit. pág. 13). Tiene que poseer el pleno dominio de los bienes dados en fideicomiso. Si se trata de bienes gananciales, deberá contar con el asentimiento del cónyuge. ( Borda, ob. cit. pág .826). Es además el sujeto al que se retransmite dicho patrimonio o su remanente una vez finalizado el fideicomiso. Este puede reservarse en el contrato el poder de revocar por su sola voluntad, en cualquier momento, el fideicomiso. ( art. 33 lit. E). ( Caffera).
El fiduciario. Art. 11.
El fiduciario es quien recibe la propiedad de los bienes fideicomitidos con la finalidad de cumplir el encargo del fiduciante. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 675).
Está obligado a administrarlos con la prudencia y diligencia propia del buen hombre de negocios, que actúa sobre la base de la confianza depositada en él ( Borda).
Debe aplicarlo o gestionarlo según las reglas de fideicomitente. Este adquiere sobre dicho patrimonio una propiedad fiduciaria que a diferencia de lo que ocurriría si fuera titular de la propiedad plena, no puede utilizar libremente. Sus posibilidades de actuación están limitadas por las reglas que dicte el fideicomitente.( Caffera, ob. cit. pág. 14 ).
Podrá ser fiduciario cualquier persona física o jurídica ( art. 11), Caffera señala que no existe limitación alguna para actuar como fiduciario ni es necesaria una licencia o autorización del Estado ni siquiera para fiduciarios profesionales.
Respecto de los fiduciarios profesionales existe sin embargo la obligación de registrarse ante el Banco Central del Uruguay cuyo no cumplimiento da lugar a sanciones administrativas ( art. 12 inc. 2 que remite a la Ley 15.322 art. 20 a 24).
La persona física deberá tener la capacidad legal exigida para ejercer el comercio.
Las entidades de intermediación financiera y los fiduciarios profesionales podrán actuar como fiduciarios en forma habitual y profesional.
En los casos en que el fiduciario no sea una persona física, los socios o accionistas, administradores o directores deberán determinarse precisamente. Tratándose de sociedades anónimas, éstas deberán emitir acciones nominativas o escriturales.
La responsabilidad del fiduciario por las obligaciones contraídas en ejercicio de la gestión que le fuera encomendada se limita al patrimonio fideicomitido, no respondiendo con sus bienes personales ( art. 8 ). Del mismo modo, dice Caffera, el patrimonio fideicomitido no responde por las obligaciones personales del fiduciario. Estas constituyen dos manifestaciones prácticas claras del principio de separación del patrimonio fideicomitido respecto del patrimonio personal del fiduciario, que es consagrado por el art. 6. ( Caffera, ob. cit. pág. 14).
Si bien el fiduciario no tiene, en principio, derecho a renunciar a su cargo, el contrato o el testamento puede concederle esa facultad. ( art. 22 lit. E).
Registro Público de Fiduciarios. ( art. 12).
El Banco Central del Uruguay lleva un registro público de fiduciarios profesionales ( personas físicas o jurídicas) .
Los requisitos que los fiduciarios profesionales deben cumplir son inscribirse en un Registro que llevará el Banco Central del Uruguay. Suministrarle a este información sobre su responsabilidad patrimonial y la de sus socios y directores, en su caso y si son sociedades anónimas, representar su capital en acciones nominativas o escriturales. ( Caffera, ob. cit. pág. 14).
Los fiduciarios inscriptos deberán actualizar la información proporcionada al registro con la periodicidad que establezca la reglamentación, así como inmediatamente de producida cualquier modificación en la información registrada.
Los fiduciarios inscriptos serán responsables de la información original y las actualizaciones proporcionadas.
Actuación sucesiva- Art. 13.
En caso que el fideicomitente designe varios fiduciarios para que sucesivamente desempeñen el fideicomiso, deberá establecer el orden y las condiciones en que hayan de sustituirse.
Sustitución- Art. 14.
En el instrumento de fideicomiso, el fideicomitente podrá designar uno o más sustitutos para que reemplacen al fiduciario que no acepte o cese en sus funciones. Podrá también reservarse el fideicomitente, en dicho negocio, esta facultad de sustitución para ser ejercida en cualquier momento.
El beneficiario. Art. 23 y 24.
No es parte en el contrato de fideicomiso. Es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el fideicomiso, sin ser el destinatario final de los bienes. Adquiere en virtud del contrato un derecho a los beneficios que genere la gestión del fiduciario. Eventualmente, si así se establece, el Beneficiario puede ser el destinatario final del patrimonio fideicomitido, o su remanente, una vez finalizada la gestión del fiduciario. ( Caffera, ob. cit. pág. 15).
Ejemplo: se transfieren bienes al fiduciario para que éste los administre y pague con sus rentas los gastos de educación de una pariente menor de edad del fiduciante.
Beneficiarios pueden ser una o varias personas físicas o jurídicas. En caso de fideicomiso testamentario rigen los principios del Código Civil. ( art. 1038, 835, 841).
El beneficiario puede ser una persona futura que no exista al tiempo del otorgamiento del fideicomiso contractual, en cuyo caso deberá establecerse con precisión las características que permitan su identificación futura. El fideicomiso contractual quedará sujeto a la condición suspensiva de la existencia de la persona beneficiaria y quedará sin efecto de no verificarse la misma dentro del plazo del año a partir del otorgamiento. ( art. 23 inciso 2).
Así ocurre, dice Borda, si el fideicomiso instituye un premio para que se entregue todos los años al alumno que obtenga el mejor promedio de su promoción en determinada carrera.
Está prohibido expresamente que el fiduciario sea, al mismo tiempo, beneficiario del fideicomiso, salvo para el caso de tratarse de fideicomisos de garantía a favor de entidades de intermediación financiera. ( art. 9, literal b). Del mismo modo, está prohibido al Fiduciario ser el destinatario final del patrimonio fideicomitido.
Designación conjunta o sucesiva. ( art. 24).
En caso que existan varios beneficiarios, todos se benefician por igual, salvo disposición en contrario al constituirse el fideicomiso.
Se podrá designar dos o más beneficiarios que gocen de sus derechos en forma conjunta o sucesiva, sin perjuicio de lo dispuesto en el literal a) del artículo 9º de la presente ley.
En caso de designación conjunta, salvo disposición en contrario, se repartirán los beneficios obtenidos por partes iguales.
Para el caso que alguno de los beneficiarios designados en forma conjunta no acepte, no llegue a existir o no pueda ser determinado, los beneficios que éstos debieran percibir se repartirán por partes iguales entre los demás beneficiarios, salvo que otra cosa se dijere en el instrumento de fideicomiso.
Pueden también designarse beneficiarios sustitutos para el caso de no aceptación.
El derecho al beneficio puede transmitirse por acto entre vivos o de última voluntad, salvo que el fiduciante haya dispuesto lo contrario en el contrato.
¿ El fideicomisario ? .
Nuestra Ley, a diferencia de la argentina, no distingue un cuarto sujeto, el fideicomisario que es el destinatario final de los bienes que de acuerdo con dicha ley es el destinatario final del patrimonio una vez extinguido el Fideicomiso. En nuestra Ley, dice Caffera, el destinatario final natural de los bienes o su remanente es el propio fideicomitente salvo pacto en contrario, art. 33 inc. 2. ( ob. cit. pág. 13) . Borda expresa que normalmente, el beneficiario y el fideicomisario son una misma persona; ocurre, por ejemplo, en el caso de que se constituye un fideicomiso a favor de un menor, disponiéndose que con las rentas se paguen sus gastos de alimentación o educación hasta llegar la mayoría de edad; y que, cumplida ésta, se le entreguen los bienes en dominio pleno. Pero puede ocurrir que no sea la misma persona. Ejemplo: se establece que con las rentas de los bienes se paguen los gastos de un menor hasta llegar a la mayoría de edad; y que, cumplida ésta, se entregue el pleno dominio de los bienes a una tercera persona.
El fideicomisario puede ser inclusive el propio fiduciante. Ejemplo: una persona que posee un cuantioso patrimonio y que se encuentra enferma o fatigado de atender sus negocios, da en fideicomiso a una persona de su confianza determinados bienes para que los administre y le entregue sus rentas y al final del plazo convenido, le devuelva el pleno dominio. ( Borda, ob. cit. pág. 827).
Distintos tipos de fideicomiso.
De administración.
En estas modalidades lo que el fideicomitente pretende es que otro sujeto o empresa ( el fiduciario), generalmente un sujeto especializado, administre o invierta una parte de sus bienes o sus derechos en beneficio del propio fideicomitente o de un tercero beneficiario. Esta figura satisface la misma necesidad que cubría la figura atípica de la fiducia cum amico propia del derecho romano y que constituye una de las modalidades clásicas del negocio fiduciario, en la cual la idea directriz, es que ( la fiducia) se contrae preferentemente en provecho del fiduciante.
El fiduciante entrega determinados bienes al fiduciario para que éste los administre en beneficio de terceros o del propio fiduciante, Puede decirse, dice Borda, que es el fideicomiso clásico o típico.
De garantía.
Tiene como presupuesto necesario la existencia de una deuda del fiduciante al fiduciario, para garantizar su cumplimiento, el deudor ( fiduciante) le entrega determinados bienes al acreedor ( fiduciario) para que éste se cobre su crédito con las rentas que ellos produzcan o bien los enajene al cumplimiento del plazo y se cobre con el importe de la venta, devolviéndole el saldo al fiduciante.
Señala Caffera que en este caso, el fideicomitente es deudor del beneficiario, por cualquier concepto, y desea constituir una garantía a favor éste, para lo cual transfiere bienes al fiduciario con instrucción de venderlos y pagar al beneficiario ( acreedor) en caso de incumplimiento de la obligación garantizada. La figura atípica clásica correspondiente es la de la fiducia cum creditorie. ( ob. cit. pág. 22).
Testamentario.
Debe constituirse por testamento.
Financiero.
El fideicomiso financiero cuenta con regulación legal propia, como sub-tipo nominado del fideicomiso y está asociada con el instituto del securitización. En este sub-tipo, los derechos de los beneficiarios están representados por certificados de participación en el patrimonio fideicomitido o títulos de deuda garantizados con dicho patrimonio, pudiendo existir títulos mixtos. ( Caffera, ob. cit. pág. 23).
El instrumento constitutivo del fideicomiso por acto entre vivos. Art. 4.
El fideicomiso por acto entre vivos es un contrato innominado que deberá otorgarse por escrito so pena de nulidad, cualquiera sea el objeto sobre el que recaiga, requiriéndose la escritura pública en los casos en que dicha solemnidad es exigida por la ley. ( art. 2).
La publicidad frente a terceros se regirá por lo dispuesto en la ley de Registros Públicos. La LF remite a la Ley de Registros 16871, por lo cual en principio serían registrables, por ejemplo los fideicomisos que recaen sobre inmuebles y automotores, sobre establecimientos comerciales, sobre marcas en la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial. Los fideicomisos constituidos sobre bienes sobre cuya transferencia no se requiere de registración, no requieren dicho requisito.
El fideicomiso por acto entre vivos es título hábil para producir la transferencia de la propiedad o de la titularidad de los derechos reales o personales que constituyen su objeto.
La validez del acto y la oponibilidad a terceros se produce cuando se cumplen las formalidades exigibles para la transmisión de la propiedad de acuerdo a la naturaleza de los bienes de que se trate. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 677).
Si se trata de bienes inmuebles deberá inscribirse el contrato en el Registro de la Propiedad Inmueble. Si se trata de automotores en el Registro de la Propiedad Mueble, si se trata de propiedad industrial en la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial, etc.
Además de las estipulaciones propias de los contratos, el instrumento del fideicomiso deberá contener:
La individualización de los bienes objeto del fideicomiso. En caso de no resultar posible tal individualización a la fecha de la celebración del fideicomiso, constará la descripción de los requisitos y características que deberán reunir los bienes. Puede ser constituido sobre bienes o derechos de cualquier naturaleza, presentes o futuros, incluyéndose las universalidades de bienes.
La determinación del procedimiento en que los bienes podrán ser incorporados al fideicomiso.
El plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria.
Cuando esta disposición alude a la condición se refiere no sólo a una condición resolutoria (por ejemplo, el fideicomiso durará mientras el fiduciario vive en el departamento de Paysandú), sino también a que el contrato puede imponer algunas limitaciones a los derechos del fiduciario, siempre que no desvirtúen la naturaleza de la institución. ( Borda, ob. cit. pág .828).
El destino de los bienes a la finalización del fideicomiso.
Los derechos y obligaciones del fiduciario y el modo de sustituirlo si éste cesare. Esta disposición dice Borda, tiene más bien el sentido de un consejo que de un requisito, pues si el contrato nada dijera sobre tales derechos y obligaciones, no se afecta la validez del contrato, puesto que ellos están dispuestos en la ley. ( Borda, ob. cit. pág .828).
La designación del beneficiario.
El fideicomiso testamentario. Art. 5.
En tal caso el fiduciario designado y las reglas de su adminstración, así como el beneficiario, se establecerán en el mismo testamento.
Podrá recaer sobre toda la herencia o una cuota parte de la misma, o sobre bienes, derechos, universalidades de bienes, y demás relaciones jurídicas activas que compongan el patrimonio sucesorio.
El fideicomiso testamentario no puede afectar los derechos de los herederos forzosos del fideicomitente testador. ( art. 10 inc. 1ero. ).
Efectos del fideicomiso.
Constitución de un patrimonio separado tanto del patrimonio del fiduciante como del fiduciario.
Derechos y deberes del fiduciante.
Las principales obligaciones del fideicomitente son constituir la propiedad fiduciaria de ciertos bienes o derechos y la de abonar una remuneración al fiduciario salvo pacto en contrario. ( Caffera, ob. cit. pág. 18). ( art. 21).
Derechos y deberes del fiduciario.
Según Borda ( ob. cit. pág. 831), el fiduciario adquiere sobre los bienes un dominio imperfecto y goza de todos los derechos y acciones propias del dominio pleno, pero se diferencia de éste en que no es perpetuo, ya que fenece una vez cumplida la condición resolutoria o el plazo.
Esta obligado a cumplir con las obligaciones que la ley y el contrato le imponen, con la prudencia y diligencia de un buen hombre de negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él, para lograr la finalidad perseguida por el fiduciante.
El fiduciario deberá desarrollar sus cometidos y cumplir las obligaciones impuestas por la ley y el negocio de fideicomiso, con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él. Si faltare a sus obligaciones será responsable frente al fideicomitente y al beneficiario, por los daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión. En ningún caso podrá exonerarse de responsabilidad al fiduciario por los daños provocados por su dolo o culpa grave, así como por aquellos causados por el de sus dependientes. ( art. 16).
El incumplimiento de las obligaciones del fiduciario puede dar lugar asimismo, a su cese por remoción judicial a pedido del fideicomitente o el beneficiario ( art. 22 lit. d), en cuyo caso ingresará el sustituto si hubiere sido designado en el contrato o testamento, o bien finalizará el fideicomiso si no se hubiere establecido sustituto. ( Caffera, ob. cit. pág. 21).
Salvo estipulación en contrario, el fiduciario tendrá derecho al reembolso de los gastos incurridos en beneficio del patrimonio que integra su dominio fiduciario y a una remuneración. Si ésta no hubiere sido fijada en el contrato, la fijará el Juez teniendo en consideración la naturaleza del fideicomiso encomendado y la importancia del patrimonio fiduciario. ( art. 21).
El fiduciario responde por los daños ocasionados por las cosas viciosas o riesgosas, puesto que es el guardián de ellas. En cuanto al fiduciante, carece de responsabilidad puesto que no es dueño, ya que transfirió su dominio, ni guardián, debido a que lo es el fiduciario. ( Borda, ob. cit. pág. 831).
Al extinguirse el contrato, genera la obligación de retransmitir ( o reconstituir, como veremos) la propiedad plena de los bienes y derechos fideicomitidos al fideicomitente o a otro tercero según lo estipulado. ( art. 19 Lit. B) ( Caffera, ob. cit. pág. 18).
Transmitir los bienes al fiduciario sustituto.
Mantener inventario y contabilidad separados del patrimonio fideicomitido. ( art. 19 lit. a).
Guardar reserva respecto de los actos realizados en cumplimiento de la gestión.
Rendir cuentas una vez al año por lo menos. ( art.18).
Defender al patrimonio fideicomitido. ( art. 15).
Le esta prohibido al Fiduciario ( Caffera, ob. cit. pág. 20).
a- Afianzar o garantizar el resultado del fideicomiso. ( art. 20 lit. a).
b- Realizar operaciones en beneficio propio o de personas vinculadas o participar en actos que tenga un interés propio. ( art. 20 lit. b y c).
Efectos respecto de terceros. Art. 7 y 8.
El efecto fundamental del fideicomiso es la constitución de un patrimonio separado tanto del patrimonio del fiduciante como del fiduciario. Los bienes fideicomitidos quedarán exentos de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario.
De allí deriva una consecuencia fundamental, que los acreedores de uno y otro no pueden agredir dichos bienes, es decir no pueden embargarlos ni ejecutarlos.
Los acreedores del beneficiario no podrán perseguir los bienes fideicomitidos mientras éstos se encuentran en el patrimonio del fiduciario, pero podrán perseguir para la satisfacción de sus créditos los frutos que dichos bienes generen, pudiendo asimismo subrogarse en los derechos de aquél.
Habiéndose constituido el fideicomiso por acto entre vivos, los acreedores del fideicomitente no podrán perseguir los bienes fideicomitidos, pudiendo ejercer tan solo las acciones por fraude previstas por la ley.
A los efectos del ejercicio de la acción pauliana, a los acreedores les bastará con acreditar el fraude del fideicomitente, salvo en casos en los que deba excluirse el ánimo de liberalidad directo o indirecto del fideicomitente.
Se exonera entonces de probar el consilium fraudis, como es necesario en la acción pauliana. Si es necesario que el restante patrimonio del fiduciante no alcanzara a cubrir sus acreencias.
De igual modo, dice Borda, es claro que si la constitución del fideicomiso significa afectar la porción legítima de los herederos forzosos, éstos tienen a su disposición la acción de reducción, puesto que la legítima es de orden público. ( ob. cit. pág .832).
De acuerdo al art. 10 los fideicomisos testamentarios no afectarán el carácter intangible de la legítima (artículo 894 del Código Civil), ni perjudicarán el derecho de los restantes asignatarios forzosos.
Si se vulnerara el derecho de los legitimarios, del porcionero, o del beneficiario de los derechos reales de habitación y de uso, el asignatario forzoso cuyo derecho fuera lesionado podrá ejercer la acción de reforma de testamento conforme a los artículos 1006 y siguientes del Código Civil.
El heredero forzoso que fuera beneficiario de un fideicomiso por acto entre vivos deberá colacionar el valor de los bienes que le hayan sido trasmitidos por fideicomiso, excepto en caso de haber sido dispensado de colación (artículos 1100 y siguientes del Código Civil). Respecto de los frutos rige el artículo 1111 del Código Civil.
Se declaran aplicables a la propiedad fiduciaria las disposiciones contenidas en los artículos 189, 190 y 191 de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en lo pertinente.
El ejercicio de las acciones previstas en los incisos tercero y sexto del presente artículo no podrá afectar los derechos de los titulares adquirentes de buena fe de certificados de participación en el dominio fiduciario, de títulos representativos de deuda garantizados con bienes que integren el fideicomiso, o de títulos que otorguen derechos de crédito y derechos de participación sobre el remanente, siempre que cualesquiera de dichos valores sean o hayan sido objeto de oferta pública en los términos previstos en el artículo 28 de la presente ley.
Cuando se trata de obligaciones contraídas por el fiduciario en ejercicio de la administración de los bienes fideicomitidos, los acreedores pueden ejecutarlos. El fiduciario responde solamente con dichos bienes y no con su propio patrimonio.
Puede ocurrir que los bienes fideicomitidos no alcancen a cubrir dichas obligaciones, en tal supuesto, y a menos que el fiduciante o el beneficiario aporten bienes para cubrirlas, el fiduciario procederá a la enajenación de los bienes ( liquidación privada), entregando su producido a los acreedores, conforme el orden de privilegios previsto para la quiebra, esta liquidación por el fiduciario hace innecesaria la declaración de quiebra, concurso o liquidación judicial. ( Borda, ob. cit. pág. 832).
Rendición de cuentas. Art. 18.
Está obligado a rendir cuentas de su gestión y no podrá ser dispensado de tal obligación, la que podrá ser solicitada por el fideicomitente o el beneficiario, con las formalidades que se establezcan en el instrumento de fideicomiso y en la reglamentación respectiva.
Tampoco puede ser dispensado del dolo o culpa en que pudiera incurrir él o sus dependientes.
En todos los casos el fiduciario deberá rendir cuentas al beneficiario con una periodicidad no mayor a un año, sin perjuicio de lo dispuesto en el fideicomiso. Señala Borda ( ob. cit. pág. 831) que es obvio que si el fideicomisario fuere una persona distinta del beneficiario, también él tiene derecho a exigirla. La palabra beneficiario, dice el argentino, se ha utilizado en esta disposición en su sentido amplio, dado que el beneficiario final de los bienes es también un beneficiario.
Si no se objetaren las cuentas en el plazo establecido en el instrumento de fideicomiso y, a falta de ello, dentro del plazo de noventa días desde la notificación fehaciente, las cuentas se tendrán como tácitamente aprobadas, salvo que se hubiera incurrido en falsedad u ocultamiento doloso.
Aprobadas las cuentas en forma expresa o tácita, el fiduciario quedará libre de toda responsabilidad, frente a los beneficiarios presentes o futuros y a todos los demás ante los que se hubieran rendido cuentas, por todos los actos ocurridos durante el período de la cuenta y el instrumento de fideicomiso.
El fiduciario tendrá derecho a una retribución.
Cese de la gestión del fiduciario. Art. 22.
a- Por muerte o incapacidad judicialmente declarada, así como por la pérdida de alguna de las condiciones exigidas para el ejercicio del comercio. En estos casos, la propiedad fiduciaria se transmitirá de pleno derecho de acuerdo con lo estipulado en el instrumento de constitución del fideicomiso.
b- Por disolución, quiebra, concurso o liquidación judicial.
Señala Borda que este inciso es confuso. Se considera indudable que se ha querido referir a la quiebra del fideicomiso, pero el artículo 8 establece que la insuficiencia de los bienes fideicomitidos no puede dar lugar a la quiebra del fideicomiso, sino a su liquidación. Ante esta contradicción el autor señala si cabe preguntarse si la quiebra a que se refiere la norma es la personal del fiduciario. Si la quiebra del fiduciario se debe a un manejo desaprensivo de sus bienes, ello hace temer que no sea capaz de administrar el fideicomiso con prudencia y diligencia propias de un buen hombre de negocios, pero si ella se debe a circunstancias externas no imputables al fiduciario, su quiebra no tiene por qué afectar el contrato de fideicomiso. ( ob. cit. pág. 833)l
c- Por remoción por el fideicomitente, cuando éste se hubiera reservado dicha facultad en el negocio constitutivo.
d- Por remoción judicial a instancia del fideicomitente o del beneficiario, en caso de incumplimiento de las obligaciones impuestas por la ley o por el negocio constitutivo. También procederá la remoción judicial, por las mismas causales, a instancia de los acreedores que representen más del 50% (cincuenta por ciento) de los créditos.
e- Por renuncia, cuando sea autorizada en el negocio constitutivo y por las causas en éste establecidas. Cuando el negocio constitutivo nada establezca, sólo podrá renunciar en caso de negativa del beneficiario a recibir las prestaciones o en caso de insuficiencia del producto del fideicomiso para el pago de su remuneración y siempre que el fideicomitente o el beneficiario se nieguen a pagarla. La renuncia tendrá efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del fideicomiso al fiduciario sustituto.
f- Por la cancelación de la inscripción en el registro dispuesta por el Banco Central del Uruguay, de acuerdo con lo previsto por el artículo 12 de la presente ley.
Producida una causa de cesación de las enunciadas en esta disposición se procederá a la sustitución del fideicomiso por el sustituto designado en el instrumento de fideicomiso.
Extinción del fideicomiso. Art. 33.
De acuerdo al art. 33 serán causas de extinción del fideicomiso:
a- El cumplimiento total de sus fines o la imposibilidad absoluta de cumplirlos.
b- El cumplimiento del plazo o condición resolutoria a que se hubiese sometido. En caso de no haberse dispuesto plazo alguno, el máximo legal será de treinta años. Toda condición resolutoria de que penda la restitución de los bienes fideicomitidos que tarde más de treinta años en cumplirse, se tendrá por verficada llegado dicho plazo.
c- El acuerdo entre fidecomitente y beneficiario, sin perjuicio de los derechos del fiduciario.
d- La cesación en el pago de sus obligaciones, salvo el caso del fideicomiso financiero. ( art. 8) .
e- La revocación del fidecomitente si se hubiere reservado expresamente esa facultad en el negocio de fideicomiso.
f- Por resolución de la asamblea de tenedores de títulos de deuda, adoptada en los términos y condiciones establecidas en el artículo 32 de la presente ley.
g- Por muerte o incapacidad judicialmente declarada del fiduciario, salvo que en el instrumento de constitución del fideicomiso se haya designado fiduciario sustituto.
h- Por cualquier otra causa establecida expresamente en el instrumento de fideicomiso. Una de estas causas dice Caffera es la revocación de la decisión del fideicomitente, si se hubiera reservado esa facultad. ( ob. cit. pág. 21).
Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario estará obligado a entregar los bienes fideicomitidos al fideicomitente o a sus sucesores, salvo que otra cosa se hubiera establecido en el negocio constitutivo. En el caso de cese del fiduciario y si no se hubiere designado sustituto, dicha entrega operará de pleno derecho. Queda excluida de esta situación el caso de terminación del fideicomiso por cesación de pagos.
En ningún caso el fiduciario podrá adjudicarse, en forma definitiva, los bienes recibidos en fideicomiso.
Publicada D.O. 4 nov/003 - Nº 26375
Ley Nº 17.703
FIDEICOMISO
NORMAS
El Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, reunidos en Asamblea General,
DECRETAN:
CAPÍTULO I
Concepto y principios generales
Artículo 1º. (Definición).- El fideicomiso es el negocio jurídico por medio del cual se constituye la propiedad fiduciaria de un conjunto de derechos de propiedad u otros derechos reales o personales que son transmitidos por el fideicomitente al fiduciario para que los administre o ejerza de conformidad con las instrucciones contenidas en el fideicomiso, en beneficio de una persona (beneficiario), que es designada en el mismo, y la restituya al cumplimiento del plazo o condición al fideicomitente o la transmita al beneficiario.
Podrá haber pluralidad de fideicomitentes y de beneficiarios.
Artículo 2º. (Constitución).- El fideicomiso puede ser constituido por acto entre vivos o por testamento.
El fideicomiso por acto entre vivos es un contrato innominado que deberá otorgarse por escrito so pena de nulidad, cualquiera sea el objeto sobre el que recaiga, requiriéndose la escritura pública en los casos en que dicha solemnidad es exigida por la ley. La publicidad frente a terceros se regirá por lo dispuesto en la ley de Registros Públicos.
El fideicomiso por acto entre vivos es título hábil para producir la transferencia de la propiedad o de la titularidad de los derechos reales o personales que constituyen su objeto.
El fideicomiso testamentario podrá constituirse por testamento abierto o cerrado. En el certificado sucesorio se hará constar la constitución de la propiedad fiduciaria, debiendo inscribirse en los casos que así lo disponga la ley de Registros Públicos.
El fideicomiso testamentario confiere al fiduciario derecho personal a reclamar de los herederos la entrega de los bienes y derechos que constituyan su objeto, excepto en caso de recaer sobre una especie cierta. En tal caso, el fiduciario adquiere la propiedad de la misma desde la muerte del causante, conforme a los artículos 937 y 938 del Código Civil. El fiduciario heredero sucede conforme a los principios generales.
Artículo 3º. (Habilitación de inversiones).- Cuando el fideicomiso tenga por fin la realización de una obra pública municipal, las Intendencias Municipales podrán constituirlo mediante la cesión de derechos de créditos de tributos departamentales, dándose cuenta a la Junta Departamental.
La Caja Notarial de Jubilaciones y Pensiones, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de los Profesionales Universitarios, la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias y las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional podrán invertir en fideicomisos, siempre que su objeto refiera a actividades desarrolladas, bienes situados o derechos utilizados económicamente en la República, así como créditos originados en exportaciones realizadas desde el Uruguay.
Las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional podrán instrumentar a través de fideicomisos las inversiones previstas en el literal E) del artículo 123 de la Ley Nº 16.713, de 3 de setiembre de 1995, y las que realicen en fideicomisos financieros se considerarán en el literal D) de dicha norma.
Artículo 4º. (Estipulaciones del instrumento constitutivo del fideicomiso).- Sin perjuicio de la incorporación de otras estipulaciones, el instrumento de fideicomiso también deberá contener:
a)
La individualización de los bienes objeto del fideicomiso. En caso de no resultar posible tal individualización a la fecha de la celebración del fideicomiso, constará la descripción de los requisitos y características que deberán reunir los bienes.
b)
La determinación del procedimiento en que los bienes podrán ser incorporados al fideicomiso.
c)
El plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria.
d)
El destino de los bienes a la finalización del fideicomiso.
e)
Los derechos y obligaciones del fiduciario y el modo de sustituirlo si éste cesare.
Artículo 5º. (Objeto).- El fideicomiso por acto entre vivos puede ser constituido sobre bienes o derechos de cualquier naturaleza presentes o futuros, incluyéndose las universalidades de bienes.
El fideicomiso testamentario podrá recaer sobre toda la herencia o una cuota parte de la misma, o sobre bienes, derechos, universalidades de bienes, y demás relaciones jurídicas activas que compongan el patrimonio sucesorio.
Artículo 6º. (Propiedad Fiduciaria).- Los bienes y derechos fideicomitidos constituyen un patrimonio de afectación, separado e independiente de los patrimonios del fideicomitente, del fiduciario y del beneficiario.
El conjunto de bienes y derechos fideicomitidos deberá individualizarse en el instrumento que los determine. El mismo deberá ser inscripto en la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura.
El Poder Ejecutivo, con el asesoramiento de la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura, determinará las regulaciones que organicen la inscripción y demás condiciones registrales de los fideicomisos, dando cumplimiento a la Ley Nº 16.871, de 28 de setiembre de 1997, y sus modificativas y concordantes.
Si el fiduciario fuera una persona casada bajo el régimen legal de sociedad conyugal, los bienes y derechos fideicomitidos, no ingresarán a la masa de gananciales, rigiéndose a todos los efectos por las normas que regulan los bienes propios. La retribución que el fiduciario casado perciba por su actividad se rige por los principios generales.
Artículo 7º. (Derecho de Persecución de los Acreedores).- Los bienes fideicomitidos quedarán exentos de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario.
Los acreedores del beneficiario no podrán perseguir los bienes fideicomitidos mientras éstos se encuentran en el patrimonio del fiduciario, pero podrán perseguir para la satisfacción de sus créditos los frutos que dichos bienes generen, pudiendo asimismo subrogarse en los derechos de aquél.
Habiéndose constituido el fideicomiso por acto entre vivos, los acreedores del fideicomitente no podrán perseguir los bienes fideicomitidos, pudiendo ejercer tan solo las acciones por fraude previstas por la ley. A los efectos del ejercicio de la acción pauliana, a los acreedores les bastará con acreditar el fraude del fideicomitente, salvo en casos en los que deba excluirse el ánimo de liberalidad directo o indirecto del fideicomitente.
Si el fideicomiso testamentario diera origen a una sucesión a título particular, el fiduciario responderá frente a los acreedores hereditarios sólo con los bienes fideicomitidos, en los casos y en la forma en que responden los legatarios (artículos 1175 y 1178 del Código Civil). No obstante ello, si los herederos comunicaran personalmente en forma fehaciente o por vía judicial al acreedor hereditario su intención de cumplir el fideicomiso testamentario, y éstos no se opusieran al cumplimiento dentro de los diez días inmediatos siguientes, hasta tanto no se le pague o garantice su crédito, perderán su acción contra los bienes fideicomitidos.
Si el fideicomiso testamentario diera origen a una sucesión a título universal, el fiduciario responderá con el patrimonio fideicomitido. En todos los casos tendrá la carga de realizar un inventario solemne y completo del patrimonio o cuota patrimonial fideicomitido, citando a los acreedores hereditarios.
Decláranse aplicables a la propiedad fiduciaria las disposiciones contenidas en los artículos 189, 190 y 191 de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en lo pertinente.
El ejercicio de las acciones previstas en los incisos tercero y sexto del presente artículo no podrá afectar los derechos de los titulares adquirentes de buena fe de certificados de participación en el dominio fiduciario, de títulos representativos de deuda garantizados con bienes que integren el fideicomiso, o de títulos que otorguen derechos de crédito y derechos de participación sobre el remanente, siempre que cualesquiera de dichos valores sean o hayan sido objeto de oferta pública en los términos previstos en el artículo 28 de la presente ley.
Artículo 8º. (Alcance de la responsabilidad).- Los bienes del fiduciario no responderán por las obligaciones contraidas en la ejecución del fideicomiso, las que sólo serán satisfechas con los bienes fideicomitidos. La insuficiencia de los bienes fideicomitidos para atender a estas obligaciones, no dará lugar a la declaración de quiebra, concurso o liquidación judicial. En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fideicomitente o el beneficiario según disposiciones contractuales, procederá su liquidación privada, la que estará a cargo del fiduciario, quien deberá enajenar los bienes que lo integren y entregará el producido a los acreedores conforme al orden de privilegios previstos para la quiebra.
Si se tratase de fideicomiso financiero regirán en lo pertinente las normas de los artículos 31 y 32 de la presente ley. En los casos de conflicto entre las partes y si se tratare de fideicomiso financiero se recurrirá al proceso arbitral previsto en los artículos 472 y siguientes del Código General del Proceso y si se tratase de fideicomiso no financiero, se podrá recurrir al proceso arbitral citado o a la vía judicial, siguiéndose el trámite del proceso extraordinario previsto en los artículos 346 y 347 del Código General del Proceso.
Artículo 9º. (Prohibiciones).- Quedan prohibidos, siendo absolutamente nulos:
a)
Los fideicomisos testamentarios en los que se designen diversos beneficiarios en forma sucesiva, procediendo la sustitución a la muerte del beneficiario anterior.
b)
El fideicomiso en el cual se designe beneficiario al fiduciario salvo en los casos de fideicomiso en garantía constituidos a favor de una entidad de intermediación financiera.
Artículo 10.- Los fideicomisos testamentarios no afectarán el carácter intangible de la legítima (artículo 894 del Código Civil), ni perjudicarán el derecho de los restantes asignatarios forzosos.
Si se vulnerara el derecho de los legitimarios, del porcionero, o del beneficiario de los derechos reales de habitación y de uso, el asignatario forzoso cuyo derecho fuera lesionado podrá ejercer la acción de reforma de testamento conforme a los artículos 1006 y siguientes del Código Civil.
El heredero forzoso que fuera beneficiario de un fideicomiso por acto entre vivos deberá colacionar el valor de los bienes que le hayan sido trasmitidos por fideicomiso, excepto en caso de haber sido dispensado de colación (artículos 1100 y siguientes del Código Civil). Respecto de los frutos rige el artículo 1111 del Código Civil.
CAPÍTULO II
Del fiduciario
Artículo 11. (Requisitos del Fiduciario).- Podrá ser fiduciario cualquier persona física o jurídica. La persona física deberá tener la capacidad legal exigida para ejercer el comercio.
Sin perjuicio de los requisitos establecidos para los fiduciarios de los fideicomisos financieros en el Capítulo IV de la presente ley, las entidades de intermediación financiera y los fiduciarios profesionales sólo podrán actuar como fiduciarios en forma habitual y profesional.
Artículo 12. (Registro Público de Fiduciarios).- Créase en el Banco Central del Uruguay un registro público de fiduciarios profesionales, personas físicas o jurídicas. La información registrada en él será de libre acceso para cualquier interesado. El funcionamiento del Registro y los mecanismos a través de los que los fiduciarios darán cumplimiento a las obligaciones dispuestas por este artículo serán dispuestos por la reglamentación. En los casos en que el fiduciario no sea una persona física, los socios o accionistas, administradores o directores deberán determinarse precisamente. Tratándose de sociedades anónimas, éstas deberán emitir acciones nominativas o escriturales. En todos los casos se inscribirá la responsabilidad patrimonial de los fiduciarios, sus socios o accionistas, administradores y directores. Los fiduciarios inscriptos deberán actualizar la información proporcionada al registro con la periodicidad que establezca la reglamentación, así como inmediatamente de producida cualquier modificación en la información registrada. Los fiduciarios inscriptos serán responsables de la información original y las actualizaciones proporcionadas.
El incumplimiento de las obligaciones de registración y de información establecidas en este artículo será sancionado conforme a lo dispuesto por los artículos 20 a 24 del Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982.
Artículo 13. (Actuación sucesiva).- En caso que el fideicomitente designe varios fiduciarios para que sucesivamente desempeñen el fideicomiso, deberá establecer el orden y las condiciones en que hayan de sustituirse.
Artículo 14. (Sustitución).- En el instrumento de fideicomiso, el fideicomitente podrá designar uno o más sustitutos para que reemplacen al fiduciario que no acepte o cese en sus funciones. Podrá también reservarse el fideicomitente, en dicho negocio, esta facultad de sustitución para ser ejercida en cualquier momento.
Artículo 15. (Acciones).- El fiduciario está obligado a ejercer todas las acciones que correspondan para la defensa de los bienes fideicomitidos, tanto contra terceros como contra el beneficiario.
El Juez podrá autorizar al fideicomitente o al beneficiario a ejercer acciones en sustitución del fiduciario, cuando éste no lo hiciere en violación de sus obligaciones.
Artículo 16. (Responsabilidad interna).- El fiduciario deberá desarrollar sus cometidos y cumplir las obligaciones impuestas por la ley y el negocio de fideicomiso, con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él.
Si faltare a sus obligaciones será responsable frente al fideicomitente y al beneficiario, por los daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión.
En ningún caso podrá exonerarse de responsabilidad al fiduciario por los daños provocados por su dolo o culpa grave, así como por aquellos causados por el de sus dependientes.
Artículo 17. (Relación externa).- El fideicomiso que haya sido inscripto en el Registro Público correspondiente, de conformidad a lo previsto en los artículos 2º y 6º de la presente ley, será oponible a terceros conforme a los principios generales. En consecuencia, los actos y contratos celebrados por el fiduciario en infracción de las restricciones dispuestas o excediendo sus facultades, serán inoponibles en perjuicio del fideicomitente y del beneficiario.
Tratándose de fideicomisos no inscriptos, las restricciones a las facultades del fiduciario no serán oponibles a terceros, salvo que los actos realizados por éste sean notoriamente extraños a la finalidad del fideicomiso o que el tercero tenga conocimiento de la infracción.
Cuando el fiduciario celebre un acto que es inoponible al fideicomitente o al beneficiario en su caso, el interesado podrá solicitar ante el juez competente la revocación del acto.
Artículo 18. (Rendición de Cuentas).- En el negocio de fideicomiso no se podrá dispensar al fiduciario de la obligación de rendir cuentas, la que podrá ser solicitada por el fideicomitente o el beneficiario, con las formalidades que se establezcan en el instrumento de fideicomiso y en la reglamentación respectiva.
En todos los casos el fiduciario deberá rendir cuentas al beneficiario con una periodicidad no mayor a un año, sin perjuicio de lo dispuesto en el fideicomiso.
Si no se objetaren las cuentas en el plazo establecido en el instrumento de fideicomiso y, a falta de ello, dentro del plazo de noventa días desde la notificación fehaciente, las cuentas se tendrán como tácitamente aprobadas, salvo que se hubiera incurrido en falsedad u ocultamiento doloso.
Aprobadas las cuentas en forma expresa o tácita, el fiduciario quedará libre de toda responsabilidad, frente a los beneficiarios presentes o futuros y a todos los demás ante los que se hubieran rendido cuentas, por todos los actos ocurridos durante el período de la cuenta y el instrumento de fideicomiso.
Artículo 19. (Obligaciones del fiduciario).- Además de las previstas en el negocio constitutivo y en los artículos precedentes, son obligaciones del fiduciario:
a)
Mantener un inventario y una contabilidad separada de los bienes, derechos y obligaciones que integran el patrimonio fiduciario. En caso que sea fiduciario en varios negocios de fideicomiso, deberá llevar contabilidad separada de cada uno de ellos. En todos los casos la contabilidad deberá estar basada en normas adecuadas.
b)
Transferir los bienes del patrimonio fiduciario al fideicomitente o al beneficiario al concluir el fideicomiso o al fiduciario subrogante en caso de sustitución o cese.
c)
Guardar reserva respecto de las operaciones, actos, contratos, documentos e información que se relacione con el fideicomiso.
Artículo 20. (Prohibiciones del fiduciario).- Estará prohibido al fiduciario:
a)
Afianzar, avalar o garantizar de algún modo al fideicomitente o al beneficiario el resultado del fideicomiso o las operaciones, actos y contratos que realice con los bienes fideicomitidos.
b)
Realizar operaciones, actos o contratos con los bienes fideicomitidos, en beneficio propio, de sus directores o personal superior, de sus parientes directos o de las personas jurídicas donde éstos tengan una posición de dirección o control.
c)
Realizar cualquier otro acto o negocio jurídico con los bienes fideicomitidos respecto del cual tenga un interés propio, salvo autorización conjunta y expresa del fideicomitente y del beneficiario.
Artículo 21. (Derechos del fiduciario).- Salvo estipulación en contrario, el fiduciario tendrá derecho al reembolso de los gastos incurridos en beneficio del patrimonio que integra su dominio fiduciario y a una remuneración. Si ésta no hubiere sido fijada en el contrato, la fijará el Juez teniendo en consideración la naturaleza del fideicomiso encomendado y la importancia del patrimonio fiduciario.
Artículo 22. (Cese del fiduciario).- El fiduciario cesará en el ejercicio de su cargo en los siguientes casos:
a)
Por muerte o incapacidad judicialmente declarada, así como por la pérdida de alguna de las condiciones exigidas para el ejercicio del comercio. En estos casos, la propiedad fiduciaria se transmitirá de pleno derecho de acuerdo con lo estipulado en el instrumento de constitución del fideicomiso.
b)
Por disolución, quiebra, concurso o liquidación judicial.
c)
Por remoción por el fideicomitente, cuando éste se hubiera reservado dicha facultad en el negocio constitutivo.
d)
Por remoción judicial, a instancia del fideicomitente o del beneficiario, en caso de incumplimiento de las obligaciones impuestas por la ley o por el negocio constitutivo. También procederá la remoción judicial, por las mismas causales, a instancia de los acreedores que representen más del 50% (cincuenta por ciento) de los créditos.
e)
Por renuncia, cuando sea autorizada en el negocio constitutivo y por las causas en éste establecidas. Cuando el negocio constitutivo nada establezca, sólo podrá renunciar en caso de negativa del beneficiario a recibir las prestaciones o en caso de insuficiencia del producto del fideicomiso para el pago de su remuneración y siempre que el fideicomitente o el beneficiario se nieguen a pagarla. La renuncia tendrá efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del fideicomiso al fiduciario sustituto.
f)
Por la cancelación de la inscripción en el registro dispuesta por el Banco Central del Uruguay, de acuerdo con lo previsto por el artículo 12 de la presente ley.
Producida una causa de cesación de las enunciadas en esta disposición se procederá conforme lo establece el artículo 14 de la presente ley.
CAPÍTULO III
Del beneficiario
Artículo 23. (Beneficiario).- El acto constitutivo del fideicomiso, deberá designar al beneficiario quien podrá ser una persona física o jurídica.
En caso de fideicomiso testamentario rigen los principios del Código Civil (artículos 1038, 835, 841).
El beneficiario puede ser una persona futura que no exista al tiempo del otorgamiento del fideicomiso contractual, en cuyo caso deberá establecerse con precisión las características que permitan su identificación futura. El fideicomiso contractual quedará en tal caso, sujeto a la condición suspensiva de existencia de la persona beneficiaria y quedará sin efecto de no verificarse la misma dentro del plazo del año a partir del otorgamiento.
Artículo 24. (Designación conjunta o sucesiva).- Se podrá designar dos o más beneficiarios que gocen de sus derechos en forma conjunta o sucesiva, sin perjuicio de lo dispuesto en el literal a) del artículo 9º de la presente ley. En caso de designación conjunta, salvo disposición en contrario, se repartirán los beneficios obtenidos por partes iguales.
Para el caso que alguno de los beneficiarios designados en forma conjunta no acepte, no llegue a existir o no pueda ser determinado, los beneficios que éstos debieran percibir se repartirán por partes iguales entre los demás beneficiarios, salvo que otra cosa se dijere en el instrumento de fideicomiso.
Pueden también designarse beneficiarios sustitutos para el caso de no aceptación.
CAPÍTULO IV
Fideicomiso financiero
Artículo 25. (Concepto).- El fideicomiso financiero es aquel negocio de fideicomiso cuyos beneficiarios sean titulares de certificados de participación en el dominio fiduciario, de títulos representativos de deuda garantizados con los bienes que integran el fideicomiso, o de títulos mixtos que otorguen derechos de crédito y derechos de participación sobre el remanente. Los certificados de participación y títulos de deuda se regirán por el Decreto-Ley Nº 14.701, de 12 de setiembre de 1977, en lo pertinente.
El fideicomiso financiero podrá constituirse por acto unilateral, en el cual coincidan las personas del fideicomitente y del fiduciario, cuando se solicite autorización para ofrecer públicamente (artículo 28 de la presente ley) los certificados de participación, los títulos representativos de deudas o los títulos mixtos a los que refiere el inciso precedente.
Artículo 26. (Fiduciarios).- Solamente podrán ser fiduciarios en un fideicomiso financiero las entidades de intermediación financiera o las sociedades administradoras de fondos de inversión. De acuerdo con los fideicomisos de que se trate y las modalidades de sociedades fiduciarias, la reglamentación podrá autorizar a estas últimas a actuar como fiduciarios en fideicomisos financieros. A los efectos de la presente disposición, no regirá la limitación del objeto de las sociedades administradoras de fondos de inversión dispuesta por la Ley Nº 16.774, de 27 de setiembre de 1996. Las instituciones de intermediación financiera regidas por el Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982, y sus modificativas, el Banco de la República Oriental del Uruguay y el Banco Hipotecario del Uruguay, podrán constituir o integrar, como accionistas, sociedades fiduciarias de acuerdo con el régimen de la presente ley.
Artículo 27. (Títulos valores).- Los certificados de participación y títulos de deuda serán considerados títulos valores.
Artículo 28. (Oferta pública).- La oferta pública de los certificados de participación, de los títulos de deuda y de los títulos mixtos a los que refiere el artículo precedente se regirá por las disposiciones de la Ley Nº 16.749, de 30 de mayo de 1996.
Artículo 29. (Regulación y sanciones).- La reglamentación podrá dictar normas a las que deberán sujetarse el fideicomiso y los fiduciarios financieros. También podrá requerir el establecimiento de garantías respecto de determinados fideicomisos financieros.
El Banco Central del Uruguay tendrá respecto de los fiduciarios financieros las facultades que le confiere el Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982, y sus modificativas.
En los casos en que se constaten transgresiones a la presente ley por parte de los fiduciarios financieros serán de aplicación, en lo pertinente, los artículos 20 a 24 del Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982, y sus modificativas.
Artículo 30. (Transferencia de créditos).- En la transferencia de créditos que se integren a un fideicomiso financiero, será de aplicación, en lo que corresponda, lo dispuesto por los artículos 33 y 34 de la Ley Nº 16.774, de 27 de setiembre de 1996, con la redacción dada por la Ley Nº 17.202, de 24 de setiembre de 1999.
Artículo 31. (Insuficiencia patrimonial).- En el caso de insuficiencia del patrimonio del fideicomiso financiero para dar cumplimiento a las obligaciones contraídas por el fiduciario frente a terceros, o en el caso de otras contingencias que pudieran afectar dicho cumplimiento, el fiduciario citará a los tenedores de títulos de deuda a los efectos de que, reunidos en asamblea resuelvan sobre la forma de administración y liquidación del patrimonio.
La convocatoria de la asamblea de tenedores de títulos de deuda, se regirá por las normas de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en cuanto a la convocatoria de asambleas de sociedades anónimas, en lo pertinente.
Artículo 32. (Facultades de la Asamblea).- La asamblea de tenedores de títulos de deuda, por el voto conforme de tenedores de esos títulos, que representen por lo menos la mayoría absoluta del valor nominal de los títulos emitidos y en circulación, podrá resolver:
a)
Transferir el patrimonio fiduciario como unidad a otro fiduciario.
b)
Modificar el contrato de emisión, que podrá comprender la remisión de parte de las deudas o la modificación de los plazos o condiciones iniciales.
c)
Continuar la administración de los bienes fideicomitidos hasta la terminación del fideicomiso.
d)
Consagrar la forma de enajenación de los bienes del patrimonio fiduciario.
e)
Designar a la persona que tendrá a su cargo la enajenación del patrimonio como unidad de los bienes que lo conforman.
f)
Disponer cualquier otro tema relativo a la administración o liquidación del patrimonio fiduciario.
g)
La extinción del fideicomiso en los casos previstos en el artículo 31 de la presente ley.
Lo resuelto por la asamblea de tenedores de títulos de deuda será oponible al fideicomitente, fiduciario, beneficiario, y a los restantes tenedores de deuda que no hubieran adherido a la resolución.
Las asambleas de tenedores de títulos de deuda se regirán por las disposiciones de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en materia de asambleas de accionistas, en lo pertinente.
CAPÍTULO V
De la extinción del fideicomiso
Artículo 33. (Causas de extinción).- Serán causas de extinción del fideicomiso:
a)
El cumplimiento total de sus fines o la imposibilidad absoluta de cumplirlos.
b)
El cumplimiento del plazo o condición resolutoria a que se hubiese sometido. En caso de no haberse dispuesto plazo alguno, el máximo legal será de 30 años. Toda condición resolutoria de que penda la restitución de los bienes fideicomitidos que tarde más de treinta años en cumplirse, se tendrá por verificada llegado dicho plazo.
c)
El acuerdo entre fideicomitente y beneficiario, sin perjuicio de los derechos del fiduciario.
d)
La cesación en el pago de sus obligaciones, salvo el caso del fideicomiso financiero.
e)
La revocación del fideicomitente si se hubiere reservado expresamente esa facultad en el negocio de fideicomiso.
f)
Por resolución de la asamblea de tenedores de títulos de deuda, adoptada en los términos y condiciones establecidas en el artículo 32 de la presente ley.
g)
Por muerte o incapacidad judicialmente declarada del fiduciario, salvo que en el instrumento de constitución del fideicomiso se haya designado fiduciario sustituto.
h)
Por cualquier otra causa establecida expresamente en el instrumento de fideicomiso.
Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario estará obligado a entregar los bienes fideicomitidos al fideicomitente o a sus sucesores, salvo que otra cosa se hubiera establecido en el negocio constitutivo. En el caso de cese del fiduciario y si no se hubiere designado sustituto, dicha entrega operará de pleno derecho. Queda excluida de esta situación el caso de terminación del fideicomiso por cesación de pagos.
En ningún caso el fiduciario podrá adjudicarse, en forma definitiva, los bienes recibidos en fideicomiso.
Artículo 34. (Derogación).- Se deroga el artículo 865 del Código Civil.
Artículo 35.- Sustitúyese el artículo 866 del Código Civil, que quedará redactado en los siguientes términos:
"866.-
Serán nulas en la sustitución fideicomisaria las cláusulas que dispongan:
1º.
Declarar inalienable todo o parte de la herencia.
2º.
Llamar a un tercero al todo o parte de los que reste de la herencia al morir el heredero.
3º.
La que, sin cumplir los requisitos previstos por la ley de fideicomiso, tenga por objeto dejar a uno el todo o parte de los bienes hereditarios, para que los aplique o invierta según las instrucciones que le hubiere comunicado el testador (artículo 783)".
CAPÍTULO VI
Disposiciones tributarias
Artículo 36. (Sujeto Pasivo).- El fideicomiso será contribuyente de todos los tributos que gravan a las sociedades personales, en tanto se verifiquen a su respecto los restantes aspectos del hecho generador de los respectivos tributos.
El fideicomiso tendrá asimismo la calidad de responsable en iguales condiciones que las sociedades personales, siempre que se cumplan las hipótesis que dan origen a dicha responsabilidad.
Artículo 37. (Igualdad de tratamiento).- Los fideicomisos del exterior, que no actúen en el país mediante sucursal, agencia o establecimiento, tendrán el mismo tratamiento tributario que el aplicable a los fideicomisos locales.
Artículo 38. (Remuneración de los fiduciarios).- Los ingresos que obtengan los fiduciarios como remuneración de su actividad tendrán el mismo tratamiento tributario que el asignado a las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión.
Artículo 39. (Fideicomisos financieros).- A los efectos de fomentar el crédito destinado a la inversión, otórgase a los fideicomisos financieros cuyos certificados de participación en el dominio fiduciario, de deuda o títulos mixtos, se emitan mediante oferta pública, los siguientes beneficios:
a)
Exoneración del Impuesto a las Trasmisiones Patrimoniales a la parte enajenante y a la parte adquirente, por las transmisiones de bienes realizadas en cumplimiento del fideicomiso.
b)
Exoneración de los Impuestos al Valor Agregado, de Contribución al Financiamiento de la Seguridad Social y Específico Interno, a las enajenaciones de bienes y derechos realizadas en virtud del referido cumplimiento.
El Poder Ejecutivo establecerá la forma en que habrá de hacerse efectiva la oferta pública a efectos de gozar de la exoneración y de lo dispuesto en el artículo 41 de la presente ley.
Artículo 40. (Fideicomisos financieros).- Los fideicomisos financieros cuyo objeto específico de inversión consista en conjuntos homogéneos o análogos de derechos de crédito cuya titularidad sea transferida al fideicomiso, tendrán el tratamiento tributario establecido para los fondos de inversión cerrados de crédito.
El Poder Ejecutivo podrá fijar tasas diferenciales del Impuesto a los Activos de las Empresas Bancarias en relación a aquellos créditos que no hubieran estado gravados por dicho impuesto antes de su cesión al fideicomiso.
Artículo 41. (Certificados de participación y títulos de deuda).- Los certificados de participación y títulos de deuda emitidos mediante oferta pública, tendrán a efectos fiscales el mismo tratamiento respectivamente que las acciones que cotizan en Bolsa y que las obligaciones emitidas mediante suscripción pública y cotización bursátil.
Artículo 42. (Fideicomisos de garantía).- Exonérase del Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales a las transmisiones de bienes gravadas realizadas en cumplimiento de un fideicomiso de garantía.
Dicha exoneración se aplicará a la parte enajenante y a la parte adquirente, tanto en la transmisión original de los bienes al fideicomiso, como en la transmisión posterior al fiduciante.
Artículo 43. (Exoneraciones a los fideicomisos en general).- No será aplicable a los fideicomisos el Impuesto de Control a que refiere el Título 16 del Texto Ordenado 1996, ni el Impuesto a las Rentas de la Industria y Comercio correspondiente al hecho generador a que refiere el literal D) del artículo 2º del Título 4 del Texto Ordenado 1996.
Facúltase al Poder Ejecutivo a:
a)
Otorgar a los fideicomisos que no cumplan con la condición de oferta pública a que refiere el artículo 39 de la presente ley, los beneficios fiscales establecidos en los literales a) y b) de dicho artículo. Esta facultad será otorgada en relación a actividades productivas por sectores específicos.
b)
Exonerar de tributos a los fideicomisos cuyos beneficiarios sean los Fondos de Ahorro Previsional, la Caja Notarial de Jubilaciones y Pensiones, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios y la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias. En este caso se requerirá que los títulos de participación en el dominio fiduciario, de deuda o mixtos, sean nominativos y la exoneración se aplicará durante el período en que el fondo de ahorro previsional o las cajas antes dichas sean titulares de los mismos y en la proporción que guarden con el monto total de títulos emitidos, de acuerdo con lo que establezca la reglamentación.
c)
Exonerar de tributos en iguales condiciones que las establecidas en el literal anterior a los fideicomisos cuyos beneficiarios sean entidades aseguradoras, siempre que los títulos nominativos de participación en el dominio fiduciario, de deuda o mixtos, integren los activos respaldantes de las obligaciones previsionales a que refieren los artículos 54 y siguientes de la Ley Nº 16.713, de 3 de setiembre de 1995.
Artículo 44. (Responsabilidad tributaria).- El fiduciario responderá por las obligaciones tributarias del fideicomiso, en los términos del artículo 21 del Código Tributario.
Artículo 45.- Se declara que las citas a las disposiciones del Texto Ordenado 1996 se refieren a las normas legales que le dan origen.
Artículo 46.- La presente ley entrará en vigencia a los treinta días de su promulgación.
En el mismo plazo el Poder Ejecutivo procederá a reglamentarla.
Borda Guillermo, Manual de Contratos, 20ma. Edición, Abeledo Perrot, 2006.
Caffera Gerardo, El contrato de fideicomiso, Asociación de Escribanos del Uruguay, año 2003.
Negocios fiduciarios.
Negocios fiduciarios son aquellos actos jurídicos por los cuales se transmite la propiedad de un bien para el cumplimiento de una finalidad más restringida que la típica del acto en sí. El negocio fiduciario se asienta en la confianza ( fiducia) que una persona deposita en otra y consiste en que por un primer negocio se actúa un resultado de naturaleza real ( transferencia o constitución de dominio), pero que resulta excesivo para el fin perseguido y que, por lo tanto, se trata de reducir a límites queridos mediante acuerdos adicionales y cláusulas de naturaleza obligatoria, cuya ejecución se remite en gran parte a la confianza en quien se hace y constituye en dominus transitoriamente. Una de las variantes dentro de los negocios jurídicos fiduciarios es el fideicomiso. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 673).
El fideicomiso tuvo su origen en el derecho romano, pero se enriqueció y asumió distintas modalidades en el common law. Su nombre deriva de fiducia, que significa fe, confianza. En esencia, dice Borda, el contrato de fideicomiso es un convenio por el cual una persona transmite a otra la propiedad de ciertos bienes, obligándose el que los recibe a administrarlos bien y fielmente por cierto tiempo, al cabo del cual debe entregarlos a la persona indicada en el contrato, que puede ser el primer transmitiente o un tercero. ( Manual de Contratos, 20ma. Edición, Abeledo Perrot, 2006, pág. 825.)
Este contrato puede realizarse mediante negocio entre vivos, como a través de testamento. ( Caffera Gerardo, El contrato de fideicomiso, Asociación de Escribanos del Uruguay, año 2003, pág. 11).
La propiedad fiduciaria.
Esta propiedad va a formar un patrimonio separado del patrimonio de los sujetos del fideicomiso. La separación del patrimonio fideicomitido va a tener trascender consecuencias:
Los bienes quedan a salvo de la acción de los acreedores del fiduciario y del fiduciante, salvo en los casos de fraude. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 678).
Los acreedores del beneficiario sólo podrán ejercer sus derechos sobre los frutos de los bienes fideicomitidos y subrrogarse en sus derechos.
El fiduciario no responde con sus bienes por las obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, las que sólo serán satisfechas con los bienes fideicomitidos.
Si el patrimonio fideicomitido es insuficiente para atender las obligaciones derivadas del fideicomiso y no existe estipulación contractual sobre provisión de recursos por el fiduciante o el beneficiario, el fiduciario liquidará el fideicomiso, enajenando los bienes y entregando su producido a los acreedores conforme al orden de privilegios de una quiebra. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 678).
La propiedad fiduciaria que adquiere el fiduciario no es plena. Se debe ejercer según las instrucciones del fideicomitente y, cuando éstas sean violadas, si el tercero con quien se contrata conoce o podía conocer la restricción vulnerada, los actos del fiduciario no son oponibles al fideicomitente y al beneficiario y puede solicitar su revocación. ( art. 17). El ejercicio de la propiedad fiduciaria debe realizarse en beneficio de otro sujeto: el beneficiario. Se trata de un derecho temporalmente acotado, pues la propiedad fiduciaria debe estar sujeta a un plazo o condición ( art. 4 lit. c) y no es perpetua. El plazo de vigencia de la propiedad no puede exceder de 30 años. ( art. 33 literal b).
Tienen por objeto cualquier clase de bienes o derechos, muebles, inmuebles, derechos de crédito, marcas u otros activos intelectuales, acciones, participaciones en sociedades, establecimientos comerciales, etc. Puede constituirse sobre bienes futuros.
Partes.
El fiduciante o fideicomitente.
Es el propietario original de los bienes o derechos sobre los cuales se constituye la propiedad fiduciaria que se transfiere ( Caffera, ob. cit. pág. 13). Tiene que poseer el pleno dominio de los bienes dados en fideicomiso. Si se trata de bienes gananciales, deberá contar con el asentimiento del cónyuge. ( Borda, ob. cit. pág .826). Es además el sujeto al que se retransmite dicho patrimonio o su remanente una vez finalizado el fideicomiso. Este puede reservarse en el contrato el poder de revocar por su sola voluntad, en cualquier momento, el fideicomiso. ( art. 33 lit. E). ( Caffera).
El fiduciario. Art. 11.
El fiduciario es quien recibe la propiedad de los bienes fideicomitidos con la finalidad de cumplir el encargo del fiduciante. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 675).
Está obligado a administrarlos con la prudencia y diligencia propia del buen hombre de negocios, que actúa sobre la base de la confianza depositada en él ( Borda).
Debe aplicarlo o gestionarlo según las reglas de fideicomitente. Este adquiere sobre dicho patrimonio una propiedad fiduciaria que a diferencia de lo que ocurriría si fuera titular de la propiedad plena, no puede utilizar libremente. Sus posibilidades de actuación están limitadas por las reglas que dicte el fideicomitente.( Caffera, ob. cit. pág. 14 ).
Podrá ser fiduciario cualquier persona física o jurídica ( art. 11), Caffera señala que no existe limitación alguna para actuar como fiduciario ni es necesaria una licencia o autorización del Estado ni siquiera para fiduciarios profesionales.
Respecto de los fiduciarios profesionales existe sin embargo la obligación de registrarse ante el Banco Central del Uruguay cuyo no cumplimiento da lugar a sanciones administrativas ( art. 12 inc. 2 que remite a la Ley 15.322 art. 20 a 24).
La persona física deberá tener la capacidad legal exigida para ejercer el comercio.
Las entidades de intermediación financiera y los fiduciarios profesionales podrán actuar como fiduciarios en forma habitual y profesional.
En los casos en que el fiduciario no sea una persona física, los socios o accionistas, administradores o directores deberán determinarse precisamente. Tratándose de sociedades anónimas, éstas deberán emitir acciones nominativas o escriturales.
La responsabilidad del fiduciario por las obligaciones contraídas en ejercicio de la gestión que le fuera encomendada se limita al patrimonio fideicomitido, no respondiendo con sus bienes personales ( art. 8 ). Del mismo modo, dice Caffera, el patrimonio fideicomitido no responde por las obligaciones personales del fiduciario. Estas constituyen dos manifestaciones prácticas claras del principio de separación del patrimonio fideicomitido respecto del patrimonio personal del fiduciario, que es consagrado por el art. 6. ( Caffera, ob. cit. pág. 14).
Si bien el fiduciario no tiene, en principio, derecho a renunciar a su cargo, el contrato o el testamento puede concederle esa facultad. ( art. 22 lit. E).
Registro Público de Fiduciarios. ( art. 12).
El Banco Central del Uruguay lleva un registro público de fiduciarios profesionales ( personas físicas o jurídicas) .
Los requisitos que los fiduciarios profesionales deben cumplir son inscribirse en un Registro que llevará el Banco Central del Uruguay. Suministrarle a este información sobre su responsabilidad patrimonial y la de sus socios y directores, en su caso y si son sociedades anónimas, representar su capital en acciones nominativas o escriturales. ( Caffera, ob. cit. pág. 14).
Los fiduciarios inscriptos deberán actualizar la información proporcionada al registro con la periodicidad que establezca la reglamentación, así como inmediatamente de producida cualquier modificación en la información registrada.
Los fiduciarios inscriptos serán responsables de la información original y las actualizaciones proporcionadas.
Actuación sucesiva- Art. 13.
En caso que el fideicomitente designe varios fiduciarios para que sucesivamente desempeñen el fideicomiso, deberá establecer el orden y las condiciones en que hayan de sustituirse.
Sustitución- Art. 14.
En el instrumento de fideicomiso, el fideicomitente podrá designar uno o más sustitutos para que reemplacen al fiduciario que no acepte o cese en sus funciones. Podrá también reservarse el fideicomitente, en dicho negocio, esta facultad de sustitución para ser ejercida en cualquier momento.
El beneficiario. Art. 23 y 24.
No es parte en el contrato de fideicomiso. Es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el fideicomiso, sin ser el destinatario final de los bienes. Adquiere en virtud del contrato un derecho a los beneficios que genere la gestión del fiduciario. Eventualmente, si así se establece, el Beneficiario puede ser el destinatario final del patrimonio fideicomitido, o su remanente, una vez finalizada la gestión del fiduciario. ( Caffera, ob. cit. pág. 15).
Ejemplo: se transfieren bienes al fiduciario para que éste los administre y pague con sus rentas los gastos de educación de una pariente menor de edad del fiduciante.
Beneficiarios pueden ser una o varias personas físicas o jurídicas. En caso de fideicomiso testamentario rigen los principios del Código Civil. ( art. 1038, 835, 841).
El beneficiario puede ser una persona futura que no exista al tiempo del otorgamiento del fideicomiso contractual, en cuyo caso deberá establecerse con precisión las características que permitan su identificación futura. El fideicomiso contractual quedará sujeto a la condición suspensiva de la existencia de la persona beneficiaria y quedará sin efecto de no verificarse la misma dentro del plazo del año a partir del otorgamiento. ( art. 23 inciso 2).
Así ocurre, dice Borda, si el fideicomiso instituye un premio para que se entregue todos los años al alumno que obtenga el mejor promedio de su promoción en determinada carrera.
Está prohibido expresamente que el fiduciario sea, al mismo tiempo, beneficiario del fideicomiso, salvo para el caso de tratarse de fideicomisos de garantía a favor de entidades de intermediación financiera. ( art. 9, literal b). Del mismo modo, está prohibido al Fiduciario ser el destinatario final del patrimonio fideicomitido.
Designación conjunta o sucesiva. ( art. 24).
En caso que existan varios beneficiarios, todos se benefician por igual, salvo disposición en contrario al constituirse el fideicomiso.
Se podrá designar dos o más beneficiarios que gocen de sus derechos en forma conjunta o sucesiva, sin perjuicio de lo dispuesto en el literal a) del artículo 9º de la presente ley.
En caso de designación conjunta, salvo disposición en contrario, se repartirán los beneficios obtenidos por partes iguales.
Para el caso que alguno de los beneficiarios designados en forma conjunta no acepte, no llegue a existir o no pueda ser determinado, los beneficios que éstos debieran percibir se repartirán por partes iguales entre los demás beneficiarios, salvo que otra cosa se dijere en el instrumento de fideicomiso.
Pueden también designarse beneficiarios sustitutos para el caso de no aceptación.
El derecho al beneficio puede transmitirse por acto entre vivos o de última voluntad, salvo que el fiduciante haya dispuesto lo contrario en el contrato.
¿ El fideicomisario ? .
Nuestra Ley, a diferencia de la argentina, no distingue un cuarto sujeto, el fideicomisario que es el destinatario final de los bienes que de acuerdo con dicha ley es el destinatario final del patrimonio una vez extinguido el Fideicomiso. En nuestra Ley, dice Caffera, el destinatario final natural de los bienes o su remanente es el propio fideicomitente salvo pacto en contrario, art. 33 inc. 2. ( ob. cit. pág. 13) . Borda expresa que normalmente, el beneficiario y el fideicomisario son una misma persona; ocurre, por ejemplo, en el caso de que se constituye un fideicomiso a favor de un menor, disponiéndose que con las rentas se paguen sus gastos de alimentación o educación hasta llegar la mayoría de edad; y que, cumplida ésta, se le entreguen los bienes en dominio pleno. Pero puede ocurrir que no sea la misma persona. Ejemplo: se establece que con las rentas de los bienes se paguen los gastos de un menor hasta llegar a la mayoría de edad; y que, cumplida ésta, se entregue el pleno dominio de los bienes a una tercera persona.
El fideicomisario puede ser inclusive el propio fiduciante. Ejemplo: una persona que posee un cuantioso patrimonio y que se encuentra enferma o fatigado de atender sus negocios, da en fideicomiso a una persona de su confianza determinados bienes para que los administre y le entregue sus rentas y al final del plazo convenido, le devuelva el pleno dominio. ( Borda, ob. cit. pág. 827).
Distintos tipos de fideicomiso.
De administración.
En estas modalidades lo que el fideicomitente pretende es que otro sujeto o empresa ( el fiduciario), generalmente un sujeto especializado, administre o invierta una parte de sus bienes o sus derechos en beneficio del propio fideicomitente o de un tercero beneficiario. Esta figura satisface la misma necesidad que cubría la figura atípica de la fiducia cum amico propia del derecho romano y que constituye una de las modalidades clásicas del negocio fiduciario, en la cual la idea directriz, es que ( la fiducia) se contrae preferentemente en provecho del fiduciante.
El fiduciante entrega determinados bienes al fiduciario para que éste los administre en beneficio de terceros o del propio fiduciante, Puede decirse, dice Borda, que es el fideicomiso clásico o típico.
De garantía.
Tiene como presupuesto necesario la existencia de una deuda del fiduciante al fiduciario, para garantizar su cumplimiento, el deudor ( fiduciante) le entrega determinados bienes al acreedor ( fiduciario) para que éste se cobre su crédito con las rentas que ellos produzcan o bien los enajene al cumplimiento del plazo y se cobre con el importe de la venta, devolviéndole el saldo al fiduciante.
Señala Caffera que en este caso, el fideicomitente es deudor del beneficiario, por cualquier concepto, y desea constituir una garantía a favor éste, para lo cual transfiere bienes al fiduciario con instrucción de venderlos y pagar al beneficiario ( acreedor) en caso de incumplimiento de la obligación garantizada. La figura atípica clásica correspondiente es la de la fiducia cum creditorie. ( ob. cit. pág. 22).
Testamentario.
Debe constituirse por testamento.
Financiero.
El fideicomiso financiero cuenta con regulación legal propia, como sub-tipo nominado del fideicomiso y está asociada con el instituto del securitización. En este sub-tipo, los derechos de los beneficiarios están representados por certificados de participación en el patrimonio fideicomitido o títulos de deuda garantizados con dicho patrimonio, pudiendo existir títulos mixtos. ( Caffera, ob. cit. pág. 23).
El instrumento constitutivo del fideicomiso por acto entre vivos. Art. 4.
El fideicomiso por acto entre vivos es un contrato innominado que deberá otorgarse por escrito so pena de nulidad, cualquiera sea el objeto sobre el que recaiga, requiriéndose la escritura pública en los casos en que dicha solemnidad es exigida por la ley. ( art. 2).
La publicidad frente a terceros se regirá por lo dispuesto en la ley de Registros Públicos. La LF remite a la Ley de Registros 16871, por lo cual en principio serían registrables, por ejemplo los fideicomisos que recaen sobre inmuebles y automotores, sobre establecimientos comerciales, sobre marcas en la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial. Los fideicomisos constituidos sobre bienes sobre cuya transferencia no se requiere de registración, no requieren dicho requisito.
El fideicomiso por acto entre vivos es título hábil para producir la transferencia de la propiedad o de la titularidad de los derechos reales o personales que constituyen su objeto.
La validez del acto y la oponibilidad a terceros se produce cuando se cumplen las formalidades exigibles para la transmisión de la propiedad de acuerdo a la naturaleza de los bienes de que se trate. ( Garrone y Castro, ob. Cit. Pág. 677).
Si se trata de bienes inmuebles deberá inscribirse el contrato en el Registro de la Propiedad Inmueble. Si se trata de automotores en el Registro de la Propiedad Mueble, si se trata de propiedad industrial en la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial, etc.
Además de las estipulaciones propias de los contratos, el instrumento del fideicomiso deberá contener:
La individualización de los bienes objeto del fideicomiso. En caso de no resultar posible tal individualización a la fecha de la celebración del fideicomiso, constará la descripción de los requisitos y características que deberán reunir los bienes. Puede ser constituido sobre bienes o derechos de cualquier naturaleza, presentes o futuros, incluyéndose las universalidades de bienes.
La determinación del procedimiento en que los bienes podrán ser incorporados al fideicomiso.
El plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria.
Cuando esta disposición alude a la condición se refiere no sólo a una condición resolutoria (por ejemplo, el fideicomiso durará mientras el fiduciario vive en el departamento de Paysandú), sino también a que el contrato puede imponer algunas limitaciones a los derechos del fiduciario, siempre que no desvirtúen la naturaleza de la institución. ( Borda, ob. cit. pág .828).
El destino de los bienes a la finalización del fideicomiso.
Los derechos y obligaciones del fiduciario y el modo de sustituirlo si éste cesare. Esta disposición dice Borda, tiene más bien el sentido de un consejo que de un requisito, pues si el contrato nada dijera sobre tales derechos y obligaciones, no se afecta la validez del contrato, puesto que ellos están dispuestos en la ley. ( Borda, ob. cit. pág .828).
La designación del beneficiario.
El fideicomiso testamentario. Art. 5.
En tal caso el fiduciario designado y las reglas de su adminstración, así como el beneficiario, se establecerán en el mismo testamento.
Podrá recaer sobre toda la herencia o una cuota parte de la misma, o sobre bienes, derechos, universalidades de bienes, y demás relaciones jurídicas activas que compongan el patrimonio sucesorio.
El fideicomiso testamentario no puede afectar los derechos de los herederos forzosos del fideicomitente testador. ( art. 10 inc. 1ero. ).
Efectos del fideicomiso.
Constitución de un patrimonio separado tanto del patrimonio del fiduciante como del fiduciario.
Derechos y deberes del fiduciante.
Las principales obligaciones del fideicomitente son constituir la propiedad fiduciaria de ciertos bienes o derechos y la de abonar una remuneración al fiduciario salvo pacto en contrario. ( Caffera, ob. cit. pág. 18). ( art. 21).
Derechos y deberes del fiduciario.
Según Borda ( ob. cit. pág. 831), el fiduciario adquiere sobre los bienes un dominio imperfecto y goza de todos los derechos y acciones propias del dominio pleno, pero se diferencia de éste en que no es perpetuo, ya que fenece una vez cumplida la condición resolutoria o el plazo.
Esta obligado a cumplir con las obligaciones que la ley y el contrato le imponen, con la prudencia y diligencia de un buen hombre de negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él, para lograr la finalidad perseguida por el fiduciante.
El fiduciario deberá desarrollar sus cometidos y cumplir las obligaciones impuestas por la ley y el negocio de fideicomiso, con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él. Si faltare a sus obligaciones será responsable frente al fideicomitente y al beneficiario, por los daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión. En ningún caso podrá exonerarse de responsabilidad al fiduciario por los daños provocados por su dolo o culpa grave, así como por aquellos causados por el de sus dependientes. ( art. 16).
El incumplimiento de las obligaciones del fiduciario puede dar lugar asimismo, a su cese por remoción judicial a pedido del fideicomitente o el beneficiario ( art. 22 lit. d), en cuyo caso ingresará el sustituto si hubiere sido designado en el contrato o testamento, o bien finalizará el fideicomiso si no se hubiere establecido sustituto. ( Caffera, ob. cit. pág. 21).
Salvo estipulación en contrario, el fiduciario tendrá derecho al reembolso de los gastos incurridos en beneficio del patrimonio que integra su dominio fiduciario y a una remuneración. Si ésta no hubiere sido fijada en el contrato, la fijará el Juez teniendo en consideración la naturaleza del fideicomiso encomendado y la importancia del patrimonio fiduciario. ( art. 21).
El fiduciario responde por los daños ocasionados por las cosas viciosas o riesgosas, puesto que es el guardián de ellas. En cuanto al fiduciante, carece de responsabilidad puesto que no es dueño, ya que transfirió su dominio, ni guardián, debido a que lo es el fiduciario. ( Borda, ob. cit. pág. 831).
Al extinguirse el contrato, genera la obligación de retransmitir ( o reconstituir, como veremos) la propiedad plena de los bienes y derechos fideicomitidos al fideicomitente o a otro tercero según lo estipulado. ( art. 19 Lit. B) ( Caffera, ob. cit. pág. 18).
Transmitir los bienes al fiduciario sustituto.
Mantener inventario y contabilidad separados del patrimonio fideicomitido. ( art. 19 lit. a).
Guardar reserva respecto de los actos realizados en cumplimiento de la gestión.
Rendir cuentas una vez al año por lo menos. ( art.18).
Defender al patrimonio fideicomitido. ( art. 15).
Le esta prohibido al Fiduciario ( Caffera, ob. cit. pág. 20).
a- Afianzar o garantizar el resultado del fideicomiso. ( art. 20 lit. a).
b- Realizar operaciones en beneficio propio o de personas vinculadas o participar en actos que tenga un interés propio. ( art. 20 lit. b y c).
Efectos respecto de terceros. Art. 7 y 8.
El efecto fundamental del fideicomiso es la constitución de un patrimonio separado tanto del patrimonio del fiduciante como del fiduciario. Los bienes fideicomitidos quedarán exentos de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario.
De allí deriva una consecuencia fundamental, que los acreedores de uno y otro no pueden agredir dichos bienes, es decir no pueden embargarlos ni ejecutarlos.
Los acreedores del beneficiario no podrán perseguir los bienes fideicomitidos mientras éstos se encuentran en el patrimonio del fiduciario, pero podrán perseguir para la satisfacción de sus créditos los frutos que dichos bienes generen, pudiendo asimismo subrogarse en los derechos de aquél.
Habiéndose constituido el fideicomiso por acto entre vivos, los acreedores del fideicomitente no podrán perseguir los bienes fideicomitidos, pudiendo ejercer tan solo las acciones por fraude previstas por la ley.
A los efectos del ejercicio de la acción pauliana, a los acreedores les bastará con acreditar el fraude del fideicomitente, salvo en casos en los que deba excluirse el ánimo de liberalidad directo o indirecto del fideicomitente.
Se exonera entonces de probar el consilium fraudis, como es necesario en la acción pauliana. Si es necesario que el restante patrimonio del fiduciante no alcanzara a cubrir sus acreencias.
De igual modo, dice Borda, es claro que si la constitución del fideicomiso significa afectar la porción legítima de los herederos forzosos, éstos tienen a su disposición la acción de reducción, puesto que la legítima es de orden público. ( ob. cit. pág .832).
De acuerdo al art. 10 los fideicomisos testamentarios no afectarán el carácter intangible de la legítima (artículo 894 del Código Civil), ni perjudicarán el derecho de los restantes asignatarios forzosos.
Si se vulnerara el derecho de los legitimarios, del porcionero, o del beneficiario de los derechos reales de habitación y de uso, el asignatario forzoso cuyo derecho fuera lesionado podrá ejercer la acción de reforma de testamento conforme a los artículos 1006 y siguientes del Código Civil.
El heredero forzoso que fuera beneficiario de un fideicomiso por acto entre vivos deberá colacionar el valor de los bienes que le hayan sido trasmitidos por fideicomiso, excepto en caso de haber sido dispensado de colación (artículos 1100 y siguientes del Código Civil). Respecto de los frutos rige el artículo 1111 del Código Civil.
Se declaran aplicables a la propiedad fiduciaria las disposiciones contenidas en los artículos 189, 190 y 191 de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en lo pertinente.
El ejercicio de las acciones previstas en los incisos tercero y sexto del presente artículo no podrá afectar los derechos de los titulares adquirentes de buena fe de certificados de participación en el dominio fiduciario, de títulos representativos de deuda garantizados con bienes que integren el fideicomiso, o de títulos que otorguen derechos de crédito y derechos de participación sobre el remanente, siempre que cualesquiera de dichos valores sean o hayan sido objeto de oferta pública en los términos previstos en el artículo 28 de la presente ley.
Cuando se trata de obligaciones contraídas por el fiduciario en ejercicio de la administración de los bienes fideicomitidos, los acreedores pueden ejecutarlos. El fiduciario responde solamente con dichos bienes y no con su propio patrimonio.
Puede ocurrir que los bienes fideicomitidos no alcancen a cubrir dichas obligaciones, en tal supuesto, y a menos que el fiduciante o el beneficiario aporten bienes para cubrirlas, el fiduciario procederá a la enajenación de los bienes ( liquidación privada), entregando su producido a los acreedores, conforme el orden de privilegios previsto para la quiebra, esta liquidación por el fiduciario hace innecesaria la declaración de quiebra, concurso o liquidación judicial. ( Borda, ob. cit. pág. 832).
Rendición de cuentas. Art. 18.
Está obligado a rendir cuentas de su gestión y no podrá ser dispensado de tal obligación, la que podrá ser solicitada por el fideicomitente o el beneficiario, con las formalidades que se establezcan en el instrumento de fideicomiso y en la reglamentación respectiva.
Tampoco puede ser dispensado del dolo o culpa en que pudiera incurrir él o sus dependientes.
En todos los casos el fiduciario deberá rendir cuentas al beneficiario con una periodicidad no mayor a un año, sin perjuicio de lo dispuesto en el fideicomiso. Señala Borda ( ob. cit. pág. 831) que es obvio que si el fideicomisario fuere una persona distinta del beneficiario, también él tiene derecho a exigirla. La palabra beneficiario, dice el argentino, se ha utilizado en esta disposición en su sentido amplio, dado que el beneficiario final de los bienes es también un beneficiario.
Si no se objetaren las cuentas en el plazo establecido en el instrumento de fideicomiso y, a falta de ello, dentro del plazo de noventa días desde la notificación fehaciente, las cuentas se tendrán como tácitamente aprobadas, salvo que se hubiera incurrido en falsedad u ocultamiento doloso.
Aprobadas las cuentas en forma expresa o tácita, el fiduciario quedará libre de toda responsabilidad, frente a los beneficiarios presentes o futuros y a todos los demás ante los que se hubieran rendido cuentas, por todos los actos ocurridos durante el período de la cuenta y el instrumento de fideicomiso.
El fiduciario tendrá derecho a una retribución.
Cese de la gestión del fiduciario. Art. 22.
a- Por muerte o incapacidad judicialmente declarada, así como por la pérdida de alguna de las condiciones exigidas para el ejercicio del comercio. En estos casos, la propiedad fiduciaria se transmitirá de pleno derecho de acuerdo con lo estipulado en el instrumento de constitución del fideicomiso.
b- Por disolución, quiebra, concurso o liquidación judicial.
Señala Borda que este inciso es confuso. Se considera indudable que se ha querido referir a la quiebra del fideicomiso, pero el artículo 8 establece que la insuficiencia de los bienes fideicomitidos no puede dar lugar a la quiebra del fideicomiso, sino a su liquidación. Ante esta contradicción el autor señala si cabe preguntarse si la quiebra a que se refiere la norma es la personal del fiduciario. Si la quiebra del fiduciario se debe a un manejo desaprensivo de sus bienes, ello hace temer que no sea capaz de administrar el fideicomiso con prudencia y diligencia propias de un buen hombre de negocios, pero si ella se debe a circunstancias externas no imputables al fiduciario, su quiebra no tiene por qué afectar el contrato de fideicomiso. ( ob. cit. pág. 833)l
c- Por remoción por el fideicomitente, cuando éste se hubiera reservado dicha facultad en el negocio constitutivo.
d- Por remoción judicial a instancia del fideicomitente o del beneficiario, en caso de incumplimiento de las obligaciones impuestas por la ley o por el negocio constitutivo. También procederá la remoción judicial, por las mismas causales, a instancia de los acreedores que representen más del 50% (cincuenta por ciento) de los créditos.
e- Por renuncia, cuando sea autorizada en el negocio constitutivo y por las causas en éste establecidas. Cuando el negocio constitutivo nada establezca, sólo podrá renunciar en caso de negativa del beneficiario a recibir las prestaciones o en caso de insuficiencia del producto del fideicomiso para el pago de su remuneración y siempre que el fideicomitente o el beneficiario se nieguen a pagarla. La renuncia tendrá efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del fideicomiso al fiduciario sustituto.
f- Por la cancelación de la inscripción en el registro dispuesta por el Banco Central del Uruguay, de acuerdo con lo previsto por el artículo 12 de la presente ley.
Producida una causa de cesación de las enunciadas en esta disposición se procederá a la sustitución del fideicomiso por el sustituto designado en el instrumento de fideicomiso.
Extinción del fideicomiso. Art. 33.
De acuerdo al art. 33 serán causas de extinción del fideicomiso:
a- El cumplimiento total de sus fines o la imposibilidad absoluta de cumplirlos.
b- El cumplimiento del plazo o condición resolutoria a que se hubiese sometido. En caso de no haberse dispuesto plazo alguno, el máximo legal será de treinta años. Toda condición resolutoria de que penda la restitución de los bienes fideicomitidos que tarde más de treinta años en cumplirse, se tendrá por verficada llegado dicho plazo.
c- El acuerdo entre fidecomitente y beneficiario, sin perjuicio de los derechos del fiduciario.
d- La cesación en el pago de sus obligaciones, salvo el caso del fideicomiso financiero. ( art. 8) .
e- La revocación del fidecomitente si se hubiere reservado expresamente esa facultad en el negocio de fideicomiso.
f- Por resolución de la asamblea de tenedores de títulos de deuda, adoptada en los términos y condiciones establecidas en el artículo 32 de la presente ley.
g- Por muerte o incapacidad judicialmente declarada del fiduciario, salvo que en el instrumento de constitución del fideicomiso se haya designado fiduciario sustituto.
h- Por cualquier otra causa establecida expresamente en el instrumento de fideicomiso. Una de estas causas dice Caffera es la revocación de la decisión del fideicomitente, si se hubiera reservado esa facultad. ( ob. cit. pág. 21).
Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario estará obligado a entregar los bienes fideicomitidos al fideicomitente o a sus sucesores, salvo que otra cosa se hubiera establecido en el negocio constitutivo. En el caso de cese del fiduciario y si no se hubiere designado sustituto, dicha entrega operará de pleno derecho. Queda excluida de esta situación el caso de terminación del fideicomiso por cesación de pagos.
En ningún caso el fiduciario podrá adjudicarse, en forma definitiva, los bienes recibidos en fideicomiso.
Publicada D.O. 4 nov/003 - Nº 26375
Ley Nº 17.703
FIDEICOMISO
NORMAS
El Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, reunidos en Asamblea General,
DECRETAN:
CAPÍTULO I
Concepto y principios generales
Artículo 1º. (Definición).- El fideicomiso es el negocio jurídico por medio del cual se constituye la propiedad fiduciaria de un conjunto de derechos de propiedad u otros derechos reales o personales que son transmitidos por el fideicomitente al fiduciario para que los administre o ejerza de conformidad con las instrucciones contenidas en el fideicomiso, en beneficio de una persona (beneficiario), que es designada en el mismo, y la restituya al cumplimiento del plazo o condición al fideicomitente o la transmita al beneficiario.
Podrá haber pluralidad de fideicomitentes y de beneficiarios.
Artículo 2º. (Constitución).- El fideicomiso puede ser constituido por acto entre vivos o por testamento.
El fideicomiso por acto entre vivos es un contrato innominado que deberá otorgarse por escrito so pena de nulidad, cualquiera sea el objeto sobre el que recaiga, requiriéndose la escritura pública en los casos en que dicha solemnidad es exigida por la ley. La publicidad frente a terceros se regirá por lo dispuesto en la ley de Registros Públicos.
El fideicomiso por acto entre vivos es título hábil para producir la transferencia de la propiedad o de la titularidad de los derechos reales o personales que constituyen su objeto.
El fideicomiso testamentario podrá constituirse por testamento abierto o cerrado. En el certificado sucesorio se hará constar la constitución de la propiedad fiduciaria, debiendo inscribirse en los casos que así lo disponga la ley de Registros Públicos.
El fideicomiso testamentario confiere al fiduciario derecho personal a reclamar de los herederos la entrega de los bienes y derechos que constituyan su objeto, excepto en caso de recaer sobre una especie cierta. En tal caso, el fiduciario adquiere la propiedad de la misma desde la muerte del causante, conforme a los artículos 937 y 938 del Código Civil. El fiduciario heredero sucede conforme a los principios generales.
Artículo 3º. (Habilitación de inversiones).- Cuando el fideicomiso tenga por fin la realización de una obra pública municipal, las Intendencias Municipales podrán constituirlo mediante la cesión de derechos de créditos de tributos departamentales, dándose cuenta a la Junta Departamental.
La Caja Notarial de Jubilaciones y Pensiones, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de los Profesionales Universitarios, la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias y las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional podrán invertir en fideicomisos, siempre que su objeto refiera a actividades desarrolladas, bienes situados o derechos utilizados económicamente en la República, así como créditos originados en exportaciones realizadas desde el Uruguay.
Las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional podrán instrumentar a través de fideicomisos las inversiones previstas en el literal E) del artículo 123 de la Ley Nº 16.713, de 3 de setiembre de 1995, y las que realicen en fideicomisos financieros se considerarán en el literal D) de dicha norma.
Artículo 4º. (Estipulaciones del instrumento constitutivo del fideicomiso).- Sin perjuicio de la incorporación de otras estipulaciones, el instrumento de fideicomiso también deberá contener:
a)
La individualización de los bienes objeto del fideicomiso. En caso de no resultar posible tal individualización a la fecha de la celebración del fideicomiso, constará la descripción de los requisitos y características que deberán reunir los bienes.
b)
La determinación del procedimiento en que los bienes podrán ser incorporados al fideicomiso.
c)
El plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria.
d)
El destino de los bienes a la finalización del fideicomiso.
e)
Los derechos y obligaciones del fiduciario y el modo de sustituirlo si éste cesare.
Artículo 5º. (Objeto).- El fideicomiso por acto entre vivos puede ser constituido sobre bienes o derechos de cualquier naturaleza presentes o futuros, incluyéndose las universalidades de bienes.
El fideicomiso testamentario podrá recaer sobre toda la herencia o una cuota parte de la misma, o sobre bienes, derechos, universalidades de bienes, y demás relaciones jurídicas activas que compongan el patrimonio sucesorio.
Artículo 6º. (Propiedad Fiduciaria).- Los bienes y derechos fideicomitidos constituyen un patrimonio de afectación, separado e independiente de los patrimonios del fideicomitente, del fiduciario y del beneficiario.
El conjunto de bienes y derechos fideicomitidos deberá individualizarse en el instrumento que los determine. El mismo deberá ser inscripto en la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura.
El Poder Ejecutivo, con el asesoramiento de la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura, determinará las regulaciones que organicen la inscripción y demás condiciones registrales de los fideicomisos, dando cumplimiento a la Ley Nº 16.871, de 28 de setiembre de 1997, y sus modificativas y concordantes.
Si el fiduciario fuera una persona casada bajo el régimen legal de sociedad conyugal, los bienes y derechos fideicomitidos, no ingresarán a la masa de gananciales, rigiéndose a todos los efectos por las normas que regulan los bienes propios. La retribución que el fiduciario casado perciba por su actividad se rige por los principios generales.
Artículo 7º. (Derecho de Persecución de los Acreedores).- Los bienes fideicomitidos quedarán exentos de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario.
Los acreedores del beneficiario no podrán perseguir los bienes fideicomitidos mientras éstos se encuentran en el patrimonio del fiduciario, pero podrán perseguir para la satisfacción de sus créditos los frutos que dichos bienes generen, pudiendo asimismo subrogarse en los derechos de aquél.
Habiéndose constituido el fideicomiso por acto entre vivos, los acreedores del fideicomitente no podrán perseguir los bienes fideicomitidos, pudiendo ejercer tan solo las acciones por fraude previstas por la ley. A los efectos del ejercicio de la acción pauliana, a los acreedores les bastará con acreditar el fraude del fideicomitente, salvo en casos en los que deba excluirse el ánimo de liberalidad directo o indirecto del fideicomitente.
Si el fideicomiso testamentario diera origen a una sucesión a título particular, el fiduciario responderá frente a los acreedores hereditarios sólo con los bienes fideicomitidos, en los casos y en la forma en que responden los legatarios (artículos 1175 y 1178 del Código Civil). No obstante ello, si los herederos comunicaran personalmente en forma fehaciente o por vía judicial al acreedor hereditario su intención de cumplir el fideicomiso testamentario, y éstos no se opusieran al cumplimiento dentro de los diez días inmediatos siguientes, hasta tanto no se le pague o garantice su crédito, perderán su acción contra los bienes fideicomitidos.
Si el fideicomiso testamentario diera origen a una sucesión a título universal, el fiduciario responderá con el patrimonio fideicomitido. En todos los casos tendrá la carga de realizar un inventario solemne y completo del patrimonio o cuota patrimonial fideicomitido, citando a los acreedores hereditarios.
Decláranse aplicables a la propiedad fiduciaria las disposiciones contenidas en los artículos 189, 190 y 191 de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en lo pertinente.
El ejercicio de las acciones previstas en los incisos tercero y sexto del presente artículo no podrá afectar los derechos de los titulares adquirentes de buena fe de certificados de participación en el dominio fiduciario, de títulos representativos de deuda garantizados con bienes que integren el fideicomiso, o de títulos que otorguen derechos de crédito y derechos de participación sobre el remanente, siempre que cualesquiera de dichos valores sean o hayan sido objeto de oferta pública en los términos previstos en el artículo 28 de la presente ley.
Artículo 8º. (Alcance de la responsabilidad).- Los bienes del fiduciario no responderán por las obligaciones contraidas en la ejecución del fideicomiso, las que sólo serán satisfechas con los bienes fideicomitidos. La insuficiencia de los bienes fideicomitidos para atender a estas obligaciones, no dará lugar a la declaración de quiebra, concurso o liquidación judicial. En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fideicomitente o el beneficiario según disposiciones contractuales, procederá su liquidación privada, la que estará a cargo del fiduciario, quien deberá enajenar los bienes que lo integren y entregará el producido a los acreedores conforme al orden de privilegios previstos para la quiebra.
Si se tratase de fideicomiso financiero regirán en lo pertinente las normas de los artículos 31 y 32 de la presente ley. En los casos de conflicto entre las partes y si se tratare de fideicomiso financiero se recurrirá al proceso arbitral previsto en los artículos 472 y siguientes del Código General del Proceso y si se tratase de fideicomiso no financiero, se podrá recurrir al proceso arbitral citado o a la vía judicial, siguiéndose el trámite del proceso extraordinario previsto en los artículos 346 y 347 del Código General del Proceso.
Artículo 9º. (Prohibiciones).- Quedan prohibidos, siendo absolutamente nulos:
a)
Los fideicomisos testamentarios en los que se designen diversos beneficiarios en forma sucesiva, procediendo la sustitución a la muerte del beneficiario anterior.
b)
El fideicomiso en el cual se designe beneficiario al fiduciario salvo en los casos de fideicomiso en garantía constituidos a favor de una entidad de intermediación financiera.
Artículo 10.- Los fideicomisos testamentarios no afectarán el carácter intangible de la legítima (artículo 894 del Código Civil), ni perjudicarán el derecho de los restantes asignatarios forzosos.
Si se vulnerara el derecho de los legitimarios, del porcionero, o del beneficiario de los derechos reales de habitación y de uso, el asignatario forzoso cuyo derecho fuera lesionado podrá ejercer la acción de reforma de testamento conforme a los artículos 1006 y siguientes del Código Civil.
El heredero forzoso que fuera beneficiario de un fideicomiso por acto entre vivos deberá colacionar el valor de los bienes que le hayan sido trasmitidos por fideicomiso, excepto en caso de haber sido dispensado de colación (artículos 1100 y siguientes del Código Civil). Respecto de los frutos rige el artículo 1111 del Código Civil.
CAPÍTULO II
Del fiduciario
Artículo 11. (Requisitos del Fiduciario).- Podrá ser fiduciario cualquier persona física o jurídica. La persona física deberá tener la capacidad legal exigida para ejercer el comercio.
Sin perjuicio de los requisitos establecidos para los fiduciarios de los fideicomisos financieros en el Capítulo IV de la presente ley, las entidades de intermediación financiera y los fiduciarios profesionales sólo podrán actuar como fiduciarios en forma habitual y profesional.
Artículo 12. (Registro Público de Fiduciarios).- Créase en el Banco Central del Uruguay un registro público de fiduciarios profesionales, personas físicas o jurídicas. La información registrada en él será de libre acceso para cualquier interesado. El funcionamiento del Registro y los mecanismos a través de los que los fiduciarios darán cumplimiento a las obligaciones dispuestas por este artículo serán dispuestos por la reglamentación. En los casos en que el fiduciario no sea una persona física, los socios o accionistas, administradores o directores deberán determinarse precisamente. Tratándose de sociedades anónimas, éstas deberán emitir acciones nominativas o escriturales. En todos los casos se inscribirá la responsabilidad patrimonial de los fiduciarios, sus socios o accionistas, administradores y directores. Los fiduciarios inscriptos deberán actualizar la información proporcionada al registro con la periodicidad que establezca la reglamentación, así como inmediatamente de producida cualquier modificación en la información registrada. Los fiduciarios inscriptos serán responsables de la información original y las actualizaciones proporcionadas.
El incumplimiento de las obligaciones de registración y de información establecidas en este artículo será sancionado conforme a lo dispuesto por los artículos 20 a 24 del Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982.
Artículo 13. (Actuación sucesiva).- En caso que el fideicomitente designe varios fiduciarios para que sucesivamente desempeñen el fideicomiso, deberá establecer el orden y las condiciones en que hayan de sustituirse.
Artículo 14. (Sustitución).- En el instrumento de fideicomiso, el fideicomitente podrá designar uno o más sustitutos para que reemplacen al fiduciario que no acepte o cese en sus funciones. Podrá también reservarse el fideicomitente, en dicho negocio, esta facultad de sustitución para ser ejercida en cualquier momento.
Artículo 15. (Acciones).- El fiduciario está obligado a ejercer todas las acciones que correspondan para la defensa de los bienes fideicomitidos, tanto contra terceros como contra el beneficiario.
El Juez podrá autorizar al fideicomitente o al beneficiario a ejercer acciones en sustitución del fiduciario, cuando éste no lo hiciere en violación de sus obligaciones.
Artículo 16. (Responsabilidad interna).- El fiduciario deberá desarrollar sus cometidos y cumplir las obligaciones impuestas por la ley y el negocio de fideicomiso, con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios que actúa sobre la base de la confianza depositada en él.
Si faltare a sus obligaciones será responsable frente al fideicomitente y al beneficiario, por los daños y perjuicios que resultaren de su acción u omisión.
En ningún caso podrá exonerarse de responsabilidad al fiduciario por los daños provocados por su dolo o culpa grave, así como por aquellos causados por el de sus dependientes.
Artículo 17. (Relación externa).- El fideicomiso que haya sido inscripto en el Registro Público correspondiente, de conformidad a lo previsto en los artículos 2º y 6º de la presente ley, será oponible a terceros conforme a los principios generales. En consecuencia, los actos y contratos celebrados por el fiduciario en infracción de las restricciones dispuestas o excediendo sus facultades, serán inoponibles en perjuicio del fideicomitente y del beneficiario.
Tratándose de fideicomisos no inscriptos, las restricciones a las facultades del fiduciario no serán oponibles a terceros, salvo que los actos realizados por éste sean notoriamente extraños a la finalidad del fideicomiso o que el tercero tenga conocimiento de la infracción.
Cuando el fiduciario celebre un acto que es inoponible al fideicomitente o al beneficiario en su caso, el interesado podrá solicitar ante el juez competente la revocación del acto.
Artículo 18. (Rendición de Cuentas).- En el negocio de fideicomiso no se podrá dispensar al fiduciario de la obligación de rendir cuentas, la que podrá ser solicitada por el fideicomitente o el beneficiario, con las formalidades que se establezcan en el instrumento de fideicomiso y en la reglamentación respectiva.
En todos los casos el fiduciario deberá rendir cuentas al beneficiario con una periodicidad no mayor a un año, sin perjuicio de lo dispuesto en el fideicomiso.
Si no se objetaren las cuentas en el plazo establecido en el instrumento de fideicomiso y, a falta de ello, dentro del plazo de noventa días desde la notificación fehaciente, las cuentas se tendrán como tácitamente aprobadas, salvo que se hubiera incurrido en falsedad u ocultamiento doloso.
Aprobadas las cuentas en forma expresa o tácita, el fiduciario quedará libre de toda responsabilidad, frente a los beneficiarios presentes o futuros y a todos los demás ante los que se hubieran rendido cuentas, por todos los actos ocurridos durante el período de la cuenta y el instrumento de fideicomiso.
Artículo 19. (Obligaciones del fiduciario).- Además de las previstas en el negocio constitutivo y en los artículos precedentes, son obligaciones del fiduciario:
a)
Mantener un inventario y una contabilidad separada de los bienes, derechos y obligaciones que integran el patrimonio fiduciario. En caso que sea fiduciario en varios negocios de fideicomiso, deberá llevar contabilidad separada de cada uno de ellos. En todos los casos la contabilidad deberá estar basada en normas adecuadas.
b)
Transferir los bienes del patrimonio fiduciario al fideicomitente o al beneficiario al concluir el fideicomiso o al fiduciario subrogante en caso de sustitución o cese.
c)
Guardar reserva respecto de las operaciones, actos, contratos, documentos e información que se relacione con el fideicomiso.
Artículo 20. (Prohibiciones del fiduciario).- Estará prohibido al fiduciario:
a)
Afianzar, avalar o garantizar de algún modo al fideicomitente o al beneficiario el resultado del fideicomiso o las operaciones, actos y contratos que realice con los bienes fideicomitidos.
b)
Realizar operaciones, actos o contratos con los bienes fideicomitidos, en beneficio propio, de sus directores o personal superior, de sus parientes directos o de las personas jurídicas donde éstos tengan una posición de dirección o control.
c)
Realizar cualquier otro acto o negocio jurídico con los bienes fideicomitidos respecto del cual tenga un interés propio, salvo autorización conjunta y expresa del fideicomitente y del beneficiario.
Artículo 21. (Derechos del fiduciario).- Salvo estipulación en contrario, el fiduciario tendrá derecho al reembolso de los gastos incurridos en beneficio del patrimonio que integra su dominio fiduciario y a una remuneración. Si ésta no hubiere sido fijada en el contrato, la fijará el Juez teniendo en consideración la naturaleza del fideicomiso encomendado y la importancia del patrimonio fiduciario.
Artículo 22. (Cese del fiduciario).- El fiduciario cesará en el ejercicio de su cargo en los siguientes casos:
a)
Por muerte o incapacidad judicialmente declarada, así como por la pérdida de alguna de las condiciones exigidas para el ejercicio del comercio. En estos casos, la propiedad fiduciaria se transmitirá de pleno derecho de acuerdo con lo estipulado en el instrumento de constitución del fideicomiso.
b)
Por disolución, quiebra, concurso o liquidación judicial.
c)
Por remoción por el fideicomitente, cuando éste se hubiera reservado dicha facultad en el negocio constitutivo.
d)
Por remoción judicial, a instancia del fideicomitente o del beneficiario, en caso de incumplimiento de las obligaciones impuestas por la ley o por el negocio constitutivo. También procederá la remoción judicial, por las mismas causales, a instancia de los acreedores que representen más del 50% (cincuenta por ciento) de los créditos.
e)
Por renuncia, cuando sea autorizada en el negocio constitutivo y por las causas en éste establecidas. Cuando el negocio constitutivo nada establezca, sólo podrá renunciar en caso de negativa del beneficiario a recibir las prestaciones o en caso de insuficiencia del producto del fideicomiso para el pago de su remuneración y siempre que el fideicomitente o el beneficiario se nieguen a pagarla. La renuncia tendrá efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del fideicomiso al fiduciario sustituto.
f)
Por la cancelación de la inscripción en el registro dispuesta por el Banco Central del Uruguay, de acuerdo con lo previsto por el artículo 12 de la presente ley.
Producida una causa de cesación de las enunciadas en esta disposición se procederá conforme lo establece el artículo 14 de la presente ley.
CAPÍTULO III
Del beneficiario
Artículo 23. (Beneficiario).- El acto constitutivo del fideicomiso, deberá designar al beneficiario quien podrá ser una persona física o jurídica.
En caso de fideicomiso testamentario rigen los principios del Código Civil (artículos 1038, 835, 841).
El beneficiario puede ser una persona futura que no exista al tiempo del otorgamiento del fideicomiso contractual, en cuyo caso deberá establecerse con precisión las características que permitan su identificación futura. El fideicomiso contractual quedará en tal caso, sujeto a la condición suspensiva de existencia de la persona beneficiaria y quedará sin efecto de no verificarse la misma dentro del plazo del año a partir del otorgamiento.
Artículo 24. (Designación conjunta o sucesiva).- Se podrá designar dos o más beneficiarios que gocen de sus derechos en forma conjunta o sucesiva, sin perjuicio de lo dispuesto en el literal a) del artículo 9º de la presente ley. En caso de designación conjunta, salvo disposición en contrario, se repartirán los beneficios obtenidos por partes iguales.
Para el caso que alguno de los beneficiarios designados en forma conjunta no acepte, no llegue a existir o no pueda ser determinado, los beneficios que éstos debieran percibir se repartirán por partes iguales entre los demás beneficiarios, salvo que otra cosa se dijere en el instrumento de fideicomiso.
Pueden también designarse beneficiarios sustitutos para el caso de no aceptación.
CAPÍTULO IV
Fideicomiso financiero
Artículo 25. (Concepto).- El fideicomiso financiero es aquel negocio de fideicomiso cuyos beneficiarios sean titulares de certificados de participación en el dominio fiduciario, de títulos representativos de deuda garantizados con los bienes que integran el fideicomiso, o de títulos mixtos que otorguen derechos de crédito y derechos de participación sobre el remanente. Los certificados de participación y títulos de deuda se regirán por el Decreto-Ley Nº 14.701, de 12 de setiembre de 1977, en lo pertinente.
El fideicomiso financiero podrá constituirse por acto unilateral, en el cual coincidan las personas del fideicomitente y del fiduciario, cuando se solicite autorización para ofrecer públicamente (artículo 28 de la presente ley) los certificados de participación, los títulos representativos de deudas o los títulos mixtos a los que refiere el inciso precedente.
Artículo 26. (Fiduciarios).- Solamente podrán ser fiduciarios en un fideicomiso financiero las entidades de intermediación financiera o las sociedades administradoras de fondos de inversión. De acuerdo con los fideicomisos de que se trate y las modalidades de sociedades fiduciarias, la reglamentación podrá autorizar a estas últimas a actuar como fiduciarios en fideicomisos financieros. A los efectos de la presente disposición, no regirá la limitación del objeto de las sociedades administradoras de fondos de inversión dispuesta por la Ley Nº 16.774, de 27 de setiembre de 1996. Las instituciones de intermediación financiera regidas por el Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982, y sus modificativas, el Banco de la República Oriental del Uruguay y el Banco Hipotecario del Uruguay, podrán constituir o integrar, como accionistas, sociedades fiduciarias de acuerdo con el régimen de la presente ley.
Artículo 27. (Títulos valores).- Los certificados de participación y títulos de deuda serán considerados títulos valores.
Artículo 28. (Oferta pública).- La oferta pública de los certificados de participación, de los títulos de deuda y de los títulos mixtos a los que refiere el artículo precedente se regirá por las disposiciones de la Ley Nº 16.749, de 30 de mayo de 1996.
Artículo 29. (Regulación y sanciones).- La reglamentación podrá dictar normas a las que deberán sujetarse el fideicomiso y los fiduciarios financieros. También podrá requerir el establecimiento de garantías respecto de determinados fideicomisos financieros.
El Banco Central del Uruguay tendrá respecto de los fiduciarios financieros las facultades que le confiere el Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982, y sus modificativas.
En los casos en que se constaten transgresiones a la presente ley por parte de los fiduciarios financieros serán de aplicación, en lo pertinente, los artículos 20 a 24 del Decreto-Ley Nº 15.322, de 17 de setiembre de 1982, y sus modificativas.
Artículo 30. (Transferencia de créditos).- En la transferencia de créditos que se integren a un fideicomiso financiero, será de aplicación, en lo que corresponda, lo dispuesto por los artículos 33 y 34 de la Ley Nº 16.774, de 27 de setiembre de 1996, con la redacción dada por la Ley Nº 17.202, de 24 de setiembre de 1999.
Artículo 31. (Insuficiencia patrimonial).- En el caso de insuficiencia del patrimonio del fideicomiso financiero para dar cumplimiento a las obligaciones contraídas por el fiduciario frente a terceros, o en el caso de otras contingencias que pudieran afectar dicho cumplimiento, el fiduciario citará a los tenedores de títulos de deuda a los efectos de que, reunidos en asamblea resuelvan sobre la forma de administración y liquidación del patrimonio.
La convocatoria de la asamblea de tenedores de títulos de deuda, se regirá por las normas de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en cuanto a la convocatoria de asambleas de sociedades anónimas, en lo pertinente.
Artículo 32. (Facultades de la Asamblea).- La asamblea de tenedores de títulos de deuda, por el voto conforme de tenedores de esos títulos, que representen por lo menos la mayoría absoluta del valor nominal de los títulos emitidos y en circulación, podrá resolver:
a)
Transferir el patrimonio fiduciario como unidad a otro fiduciario.
b)
Modificar el contrato de emisión, que podrá comprender la remisión de parte de las deudas o la modificación de los plazos o condiciones iniciales.
c)
Continuar la administración de los bienes fideicomitidos hasta la terminación del fideicomiso.
d)
Consagrar la forma de enajenación de los bienes del patrimonio fiduciario.
e)
Designar a la persona que tendrá a su cargo la enajenación del patrimonio como unidad de los bienes que lo conforman.
f)
Disponer cualquier otro tema relativo a la administración o liquidación del patrimonio fiduciario.
g)
La extinción del fideicomiso en los casos previstos en el artículo 31 de la presente ley.
Lo resuelto por la asamblea de tenedores de títulos de deuda será oponible al fideicomitente, fiduciario, beneficiario, y a los restantes tenedores de deuda que no hubieran adherido a la resolución.
Las asambleas de tenedores de títulos de deuda se regirán por las disposiciones de la Ley Nº 16.060, de 4 de setiembre de 1989, en materia de asambleas de accionistas, en lo pertinente.
CAPÍTULO V
De la extinción del fideicomiso
Artículo 33. (Causas de extinción).- Serán causas de extinción del fideicomiso:
a)
El cumplimiento total de sus fines o la imposibilidad absoluta de cumplirlos.
b)
El cumplimiento del plazo o condición resolutoria a que se hubiese sometido. En caso de no haberse dispuesto plazo alguno, el máximo legal será de 30 años. Toda condición resolutoria de que penda la restitución de los bienes fideicomitidos que tarde más de treinta años en cumplirse, se tendrá por verificada llegado dicho plazo.
c)
El acuerdo entre fideicomitente y beneficiario, sin perjuicio de los derechos del fiduciario.
d)
La cesación en el pago de sus obligaciones, salvo el caso del fideicomiso financiero.
e)
La revocación del fideicomitente si se hubiere reservado expresamente esa facultad en el negocio de fideicomiso.
f)
Por resolución de la asamblea de tenedores de títulos de deuda, adoptada en los términos y condiciones establecidas en el artículo 32 de la presente ley.
g)
Por muerte o incapacidad judicialmente declarada del fiduciario, salvo que en el instrumento de constitución del fideicomiso se haya designado fiduciario sustituto.
h)
Por cualquier otra causa establecida expresamente en el instrumento de fideicomiso.
Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario estará obligado a entregar los bienes fideicomitidos al fideicomitente o a sus sucesores, salvo que otra cosa se hubiera establecido en el negocio constitutivo. En el caso de cese del fiduciario y si no se hubiere designado sustituto, dicha entrega operará de pleno derecho. Queda excluida de esta situación el caso de terminación del fideicomiso por cesación de pagos.
En ningún caso el fiduciario podrá adjudicarse, en forma definitiva, los bienes recibidos en fideicomiso.
Artículo 34. (Derogación).- Se deroga el artículo 865 del Código Civil.
Artículo 35.- Sustitúyese el artículo 866 del Código Civil, que quedará redactado en los siguientes términos:
"866.-
Serán nulas en la sustitución fideicomisaria las cláusulas que dispongan:
1º.
Declarar inalienable todo o parte de la herencia.
2º.
Llamar a un tercero al todo o parte de los que reste de la herencia al morir el heredero.
3º.
La que, sin cumplir los requisitos previstos por la ley de fideicomiso, tenga por objeto dejar a uno el todo o parte de los bienes hereditarios, para que los aplique o invierta según las instrucciones que le hubiere comunicado el testador (artículo 783)".
CAPÍTULO VI
Disposiciones tributarias
Artículo 36. (Sujeto Pasivo).- El fideicomiso será contribuyente de todos los tributos que gravan a las sociedades personales, en tanto se verifiquen a su respecto los restantes aspectos del hecho generador de los respectivos tributos.
El fideicomiso tendrá asimismo la calidad de responsable en iguales condiciones que las sociedades personales, siempre que se cumplan las hipótesis que dan origen a dicha responsabilidad.
Artículo 37. (Igualdad de tratamiento).- Los fideicomisos del exterior, que no actúen en el país mediante sucursal, agencia o establecimiento, tendrán el mismo tratamiento tributario que el aplicable a los fideicomisos locales.
Artículo 38. (Remuneración de los fiduciarios).- Los ingresos que obtengan los fiduciarios como remuneración de su actividad tendrán el mismo tratamiento tributario que el asignado a las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión.
Artículo 39. (Fideicomisos financieros).- A los efectos de fomentar el crédito destinado a la inversión, otórgase a los fideicomisos financieros cuyos certificados de participación en el dominio fiduciario, de deuda o títulos mixtos, se emitan mediante oferta pública, los siguientes beneficios:
a)
Exoneración del Impuesto a las Trasmisiones Patrimoniales a la parte enajenante y a la parte adquirente, por las transmisiones de bienes realizadas en cumplimiento del fideicomiso.
b)
Exoneración de los Impuestos al Valor Agregado, de Contribución al Financiamiento de la Seguridad Social y Específico Interno, a las enajenaciones de bienes y derechos realizadas en virtud del referido cumplimiento.
El Poder Ejecutivo establecerá la forma en que habrá de hacerse efectiva la oferta pública a efectos de gozar de la exoneración y de lo dispuesto en el artículo 41 de la presente ley.
Artículo 40. (Fideicomisos financieros).- Los fideicomisos financieros cuyo objeto específico de inversión consista en conjuntos homogéneos o análogos de derechos de crédito cuya titularidad sea transferida al fideicomiso, tendrán el tratamiento tributario establecido para los fondos de inversión cerrados de crédito.
El Poder Ejecutivo podrá fijar tasas diferenciales del Impuesto a los Activos de las Empresas Bancarias en relación a aquellos créditos que no hubieran estado gravados por dicho impuesto antes de su cesión al fideicomiso.
Artículo 41. (Certificados de participación y títulos de deuda).- Los certificados de participación y títulos de deuda emitidos mediante oferta pública, tendrán a efectos fiscales el mismo tratamiento respectivamente que las acciones que cotizan en Bolsa y que las obligaciones emitidas mediante suscripción pública y cotización bursátil.
Artículo 42. (Fideicomisos de garantía).- Exonérase del Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales a las transmisiones de bienes gravadas realizadas en cumplimiento de un fideicomiso de garantía.
Dicha exoneración se aplicará a la parte enajenante y a la parte adquirente, tanto en la transmisión original de los bienes al fideicomiso, como en la transmisión posterior al fiduciante.
Artículo 43. (Exoneraciones a los fideicomisos en general).- No será aplicable a los fideicomisos el Impuesto de Control a que refiere el Título 16 del Texto Ordenado 1996, ni el Impuesto a las Rentas de la Industria y Comercio correspondiente al hecho generador a que refiere el literal D) del artículo 2º del Título 4 del Texto Ordenado 1996.
Facúltase al Poder Ejecutivo a:
a)
Otorgar a los fideicomisos que no cumplan con la condición de oferta pública a que refiere el artículo 39 de la presente ley, los beneficios fiscales establecidos en los literales a) y b) de dicho artículo. Esta facultad será otorgada en relación a actividades productivas por sectores específicos.
b)
Exonerar de tributos a los fideicomisos cuyos beneficiarios sean los Fondos de Ahorro Previsional, la Caja Notarial de Jubilaciones y Pensiones, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios y la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias. En este caso se requerirá que los títulos de participación en el dominio fiduciario, de deuda o mixtos, sean nominativos y la exoneración se aplicará durante el período en que el fondo de ahorro previsional o las cajas antes dichas sean titulares de los mismos y en la proporción que guarden con el monto total de títulos emitidos, de acuerdo con lo que establezca la reglamentación.
c)
Exonerar de tributos en iguales condiciones que las establecidas en el literal anterior a los fideicomisos cuyos beneficiarios sean entidades aseguradoras, siempre que los títulos nominativos de participación en el dominio fiduciario, de deuda o mixtos, integren los activos respaldantes de las obligaciones previsionales a que refieren los artículos 54 y siguientes de la Ley Nº 16.713, de 3 de setiembre de 1995.
Artículo 44. (Responsabilidad tributaria).- El fiduciario responderá por las obligaciones tributarias del fideicomiso, en los términos del artículo 21 del Código Tributario.
Artículo 45.- Se declara que las citas a las disposiciones del Texto Ordenado 1996 se refieren a las normas legales que le dan origen.
Artículo 46.- La presente ley entrará en vigencia a los treinta días de su promulgación.
En el mismo plazo el Poder Ejecutivo procederá a reglamentarla.